El gobierno argentino hizo pública su postura luego de la decisión de Rusia de invadir Ucrania, movimiento que hizo escalar la tensión con Estados Unidos y la Unión Europea. La posición se conoció a través de un comunicado de la Cancillería en la tarde de este martes en el que no nombró al país presidido por Vladimir Putin.
Según Infobae, la decisión fue conversada entre el presidente Alberto Fernández y el canciller Santiago Cafiero durante todo el día y se conoció minutos antes de que el primer mandatario de los Estados Unidos, Joe Biden, brinde una conferencia de prensa para referirse al avance del gobierno de Vladimir Putin sobre “repúblicas populares” de Donetsk y Lugansk.
El comunicado de la Cancillería indica: “La República Argentina expresa su preocupación por el desarrollo de la situación generada en Ucrania. El Gobierno argentino reafirma la necesidad de que todas las partes involucradas avancen en una negociación diplomática que permita una salida política a la creciente tensión en el este de Ucrania, a fin de mantener la paz y la seguridad internacionales”.
En esa línea, sostuvo que “en este marco apela a todas las partes involucradas a resolver sus diferencias a través del diálogo, con apego a los principios de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho Internacional, la solución pacífica de las controversias, el no uso de la fuerza entre estados y con pleno respeto de los derechos humanos”.
En el Gobierno quieren mantener la “prudencia” frente a la situación y en la comunicación oficial siguieron la línea de tratar de mantener el equilibrio. Ni condena a Rusia, ni ignorar la situación. Es un posicionamiento similar que emitió México en las últimas horas.
Fuentes del gobierno nacional le dijeron a Infobae: “Es la postura histórica de la Argentina. Hay que ser prudentes”.
Para la Casa Rosada el tema es muy sensible debido a que Putin es uno de los mayores socios políticos y comerciales de la gestión del Frente de Todos, pero, al mismo tiempo, Estados Unidos tiene una enorme influencia en la decisión final del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el cierre del acuerdo para restructurar la deuda argentina.