El decreto 230 fue publicado el miércoles. En el mismo, se hace oficial que las retenciones a la soja se incrementaron del 30 al 33 por ciento. La normativa establece las alícuotas para el derecho de exportación para la soja y sus subproductos.
Con la nueva norma, la cifra escala hasta el 33% para la soja (sin procesar, harina y aceite). El biodiesel, por su parte, se estableció en 30%.
Como contraparte, se determinó un esquema de compensaciones y bajas en retenciones de otros cultivos. Son la mayoría de productos agroindustriales, pertenecientes a las economías regionales más golpeadas. De ese modo, el trigo, el maíz y el sorgo se mantienen en un 12% y la carne vacuna y avisar sigue a 9%. Algunos otros productos redujeron sus retenciones.
Entre algunos destacados se encuentran el grano de girasol, que bajó de 12% a 7%, y la variedad contera y el aceite de 12% a 5%; los quesos y lácteos pasaron de 9% a 5%, las harinas de trigo cayeron de 9% a 7%; el maní y el aceite del mismo disminuyeron de 12% a 7% y el maní contero de 9% a 5%.
El trigo, el maíz y el sorgo se mantienen en un 12%.
Este último incremento que sufrió la soja se suma al que ya hubo a fines de 2019, cuando pasaron del 24,5 por ciento al 30.
Por su parte, el presidente de la Federación Agraria Argentina, Carlos Achetoni, aseguró que las entidades agropecuarias “no evalúan medidas de fuerza” ante la decisión del Gobierno de aumentar las retenciones a la soja. Según el dirigente, el último encuentro con Basterra, “fue en buenos términos, pero no estamos conformes con la manera que se está segmentando” el esquema de alícuotas.
