En la recta final del año y en sintonía con el aniversario por los tres años de gestión de Alberto Fernández, el Gobierno otorgará un bono de 20.000 pesos para trabajadores registrados que cobren hasta 180.000 pesos mensuales y otro de 13.500 para beneficiarios del programa Potenciar Trabajo.
Cabe destacar que este bono estará exento de Ganancias y el pago será realizado por las empresas privadas y será adicional al Salario Anual Complementario (SAC). En el caso del bono para registrados, cuando se trate de Pymes la mitad que pague cada empresa podrá ser deducible 100% del impuesto a las Ganancias y el Estado asumirá la otra mitad del pago.
Por otro lado, en el caso del Potenciar Trabajo el mentado bono de fin de año, que se pagará durante la semana de Navidad a Año Nuevo.
Se estima que ambos bonos alcanzarán a 4,4 millones de trabajadores de la economía social, detallaron fuentes del Gobierno. El requisito para que la pyme acceda al beneficio es la presentación de la Declaración Jurada. En tanto, los beneficiarios de programas sociales deberán hacer la validación de identidad establecida por la Justicia.
Las internas del Gobierno con el bono
El presidente Alberto Fernández, el pasado mes de noviembre abrió la puerta a un factible “auxilio para los salarios más postergados”. Sin embargo, en ese momento tampoco ahondó en detalles sobre quienes serían alcanzados por la medida.
Después aseguró estar “trabajando” hombro a hombro con la ministra de Trabajo, “Kelly” Olmos, para ultimar los detalles de la medida; sin embargo el tema quedó planchado hasta el último sábado cuando el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio de Mendiguren, confirmó: un “bono está previsto”.
Sin embargo, un sector del sindicalismo exigía una suma fija en vez de un bono para recomponer los sueldos y hacerle frente a la espiral inflacionaria, más allá de las paritarias acordadas en los últimos meses. De todos modos, el presidente Fernández siempre se inclinó por el estímulo.