Dos semanas después de que se cerrara el acuerdo definitivo entre el Gobierno nacional y porteño para reemplazar la estatua a Colón, el destino final dependerá de lo que decida la Justicia que nunca autorizó su traslado y varias asociaciones italianas que litigian para que sea repuesto y se mantenga en su lugar original donde fue puesto por ley en 1921.
En primera instancia se propuso frente al aeroparque metropolitano, pero se descartó porque allí podría interferir con la seguridad aérea. Luego llegó la idea de llevarlo a Puerto Madero, pero eso no les gustó a los más altos funcionarios del macrismo.
También se barajaba Villa Lugano, con la idea de “revalorizar la zona” cercana al parque Indoamericano. Pero las asociaciones de italianos se negaron rotundamente según informa el diario La Nación.
Otra opción fue la plaza Rubén Darío, en Recoleta, a metros del Museo de Bellas Artes. Pero los primeros resultados técnicos indicarían que el suelo no soportaría las 623 toneladas que pesa la escultura de 26 metros de alto y ahora analizan instalarlo en el parque Lezama propuesto por el sentido que le daría el nombre de las calles que se cruzan en el parque Lezama: Paseo Colón y Almirante Brown.