El once de febrero último, el director de la Organización Mundial de la Salud, el biólogo eritreo Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció que “tenemos un nombre para la enfermedad: es Covid-19”, poniéndole nombre al infierno que se había declarado tres meses antes en China.
El novedoso y antipático microbio fue denominado de esta manera, con un nombre derivado de “corona”, “virus” y “disease” (enfermedad, en inglés). El número 19 tiene que ver con que el brote fue informado a la OMS el 31 de diciembre de 2019, a pesar de que en China se había descubierto su incómoda presencia dos meses antes.
La corona tiene que ver con las extensiones que lleva el virus por sobre su núcleo, que se asemejan a la corona solar. De todos modos, la existencia del Covid-19 fue revelada en la revista Nature en 1968.
Argentina enfrenta a la adversidad
La batería de medidas que anunciaron el martes los ministros de Economía, Martín Guzmán y de Producción, Matías Kulfas, significarán una inyección de $700 mil millones al mercado interno, que equivalen al dos por ciento del PBI.
Estas decisiones de enfrentar con medidas expansivas a la crisis incluyen créditos a las Pymes y Microempresas, la vuelta del Procrear y un incentivo para los beneficiarios de la AUH, la AUE y para jubilados y pensionados.
Para el economista del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) Juan Pablo Costa, “la crisis provocó un shock en la oferta y la demanda. Por el lado de la oferta, gran parte del aparato productivo está paralizada por la cuarentena y las restricciones. Por eso se están cortando todas las cadenas. La demanda sufre un shock de consumo, porque la gente pospone la compra de lo que no es esencial. Los servicios no esenciales –bar, masajes, peluquería, servicios médicos no relacionados con urgencias- caen y los ingresos caen también”.
Paralelamente, Costa explicó que “el contexto internacional se muestra desfavorable en algunos aspectos, porque se modifican las previsiones de crecimiento, caen los precios de las commodities (alimentos y petróleo, especialmente) y eso provocará una baja en el ingreso de los dólares, que para Argentina son imprescindibles en estos momentos. Además, la baja del barril del petróleo pone en cuestión la viabilidad de Vaca Muerta. Hoy el barril vale 25 dólares, cuando el precio que se necesita para que Vaca Muerta sea posible es de 50 dólares”.
En cuanto al problema más acuciante para Argentina, que es el del precio de los bonos de deuda, Costa informó primero que “los mercados financieros de renta fija –el de los bonos de deuda, porque los de renta variable son las acciones de las empresas- está teniendo grandes pérdidas, lo que ha desatado el pánico. En este caso, los bonos de la deuda argentina cayeron mucho, hasta el 40 por ciento de su valor nominal”.
“Aquí, como siempre -planteó el economista-, existen las teorías del vaso medio lleno y del vaso medio vacío. Los que abonan la primera tesis plantean que si están cayendo los bonos más seguros, como los de la Reserva Federal, esto obligaría a los tenedores de bonos argentinos acepten una quita, que podría llegar hasta el 50 por ciento. Al fin y al cabo, esta suma es cercana al valor que se paga por ellos en el mercado”.
“Los que abonan la teoría del vaso vacío alertan que la caída de los bonos los hace entrar en la sed de los buitres, que compran bonos caídos y luego se niegan a negociar su rescate, obteniendo así grandes beneficios”, continuó el especialista.
Luego, Costa expresó que las medidas que anunciaron el martes los ministros de Economía y de Producción “implican una fuerte expansión monetaria. Lo primero es su profundo contenido social y allí entran los jubilados, los pensionados, los beneficiarios de la AUH (hijo) y la AUE (embarazo). Se les otorgaron tres mil pesos a los primeros y $3.100 a los segundos. A estos últimos, se les duplicó el ingreso. Además, a los jubilados y pensionados se les prorrogó hasta mayo la exención en el pago de las cuotas de créditos de Anses, que ya habían sido extendidas hasta el 31 de marzo, lo cual es de una gran importancia para este sector, tan maltratado en tiempos de virus”.