Nicolás Caputo, el empresario y amigo del presidente Mauricio Macri, vendió la mayor parte de su entidad Caputo SAICF, la cual se desarrollaba dentro del ámbito inmobiliario, al grupo TGLT, perteneciente a Federico Weill.
De acuerdo a un comunicado que emitió la compañía, TGLT adquirió 138.262.489 acciones ordinarias de la empresa (un 82,32 por ciento del total) a 0,79 dólares cada una, por lo cual la operación se cerró en 109 millones de dólares.
Allí se indicó que “TGLT refuerza así su actividad de desarrollo inmobiliario y se expande al negocio de la construcción”. También anticipó que realizará una oferta pública por el 17.68% restante.
Según se dio a conocer en el medio Perfil, el hecho de que Caputo estaría buscando vender sus participaciones en varias empresas que tienen contratos directos o adjudicaciones con el Estado.
A su vez, al reconocer la compra, la empresa subrayó que “con la toma de control de Caputo S.A.I.C.F., TGLT mejorará sustantivamente su capacidad de construcción y hará más eficiente su estructura de costos. Esta adquisición coloca a TGLT en una posición óptima para capitalizar las oportunidades que presenta el crecimiento del sector de la construcción en Argentina, tanto en los segmentos de real estate como en el de grandes obras de infraestructura, incluyendo las inversiones PPP”.
Por su parte, Nicolás Caputo es dueño de constructoras y fue favorecido con contratos millonarios en la Ciudad durante las gestiones del PRO, pero sin embargo, pide no ser comparado con el empresario Lázaro Baez.
Así, el empresario se desprendió de la constructora fundada por su abuelo y con la que hizo obras millonarias con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y también con grandes emprendimientos privados. Entre sus creaciones más reconocidas se encuentran las torres de oficinas del Banco Macro y Banco Francés en Catalinas, los centros comerciales Shopping Abasto y Tortugas Open Mall y los edificios residenciales Astor Palermo y SLS Puerto Madero.