Así lo estableció el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), que precisó que los que obtuvieron un mayor beneficio fueron los empleados “no registrados” con un aumento promedio de 29,3 por ciento entre enero y julio. En tanto, los empleados del sector público tuvieron un ajuste en sus remuneraciones de 23,7 por ciento en el período analizado por el organismo. A su vez, los trabajadores regulares obtuvieron subas de 21,1 por ciento y en consecuencia fueron los que lograron el menor nivel de progreso.
A raíz de esta evaluación del INDEC, los trabajadores gozaron de una mejora en su poder de compra de 6,5 puntos en promedio, con un pico de 12,6 puntos en los no registrados y un piso de 3,4 por ciento en lo registrados. Cabe recordar que para el INDEC un tercio de los empleados no está inscripto en forma oficial.
Si se compara con la variación de precios de los privados que para el período fue en promedio 23,2 por ciento la situación marcaría un deterioro en el sector formal, un “empate” dentro del sector público y un avance de unos 6 puntos para el segmento informal.
Los salarios en siete meses llegaron a nivel expuesto por el organismo luego que en julio el índice general de salarios mejoró 3,43 por ciento, producto de la implementación de los ajustes previstos en paritarias.
Así, los trabajadores en relación de dependencia formalizados tuvieron un alza de 4,13 por ciento, los no registraron tuvieron mejoras de 3,33 por ciento y los del sector público un aumento de 1,99 por ciento.
Este lunes, el Gobierno acordó un mínimo vital y móvil de 4.400 pesos en septiembre y de 4.716 pesos en enero de 2015. En términos generales significa una suba de 31 por ciento.
