Después de varias semanas intensas en la causa Ciccone que cerró con el procesamiento al vicepresidente Amado Boudou y otros acusados por caso de la Ciccone Calcográfica, el juez Ariel Lijo decidió tomarse unos días de descanso para dedicarse a su gran pasión, los canarios.
Se supo en los pasillos de tribunales que el magistrado viajó por unos días a la provincia de Córdoba donde se lleva a cabo esta semana el Campeonato Mundial de Canaricultura. Lijo combate el estrés judicial por medio de la actividad que se ocupa de la cría y la crianza del canario doméstico.
Aunque parezca difícil creer, quienes lo conocen saben de su amor por las aves, hobby que heredó de su padre y que practicaba en la casa familiar en el conurbano sur bonaerense.
Por los canarios suele cruzarse en ese tipo de eventos al ministro de Planificación Julio De Vido, otro amante de esos ejemplares.
Luego de unos días de relax, el juez regresará a tribunales donde lo esperan las apelaciones que presentarán ante el juzgado todos los procesados del caso Ciccone que serán enviadas por el juez a la Cámara Federal.