Pasadas las cinco de la tarde, entre banderas de Unidos y Organizados, la Tupac, Aníbal Verón y La Cámpora, Hebe de Bonafini dio comienzo, en Plaza de Mayo y alrededores, a lo que el movimiento kirchnerista y opositor reeditó como la Marcha de la Resistencia, vigilia que durará 24 horas y culminará con un acto encabezado por Máximo Kirchner; el legislador del Frente Transversal y Popular, Edgardo Depetri; el intendente de Ensenada, Mario Secco, y la titular de Madres de Plaza de Mayo.
La consigna que reinaba en el centro cívico del país, “Por el derecho al trabajo, resistir sin descansar. Cristina conducción”, se repetía en boca de quien comentara a Noticias Urbanas su impulso personal o colectivo a participar de la iniciativa que, después de las 19, ya hacía pensar que el espacio, entre puestos de chori y panchos y otros tantos de remeras con las leyendas “Yo no lo voté” o “En el país de los globos, el forro es rey”, se colmaría.
La idea de los organizadores en este retorno de la Marcha de la Resistencia –una suerte de resignificación de aquella protesta de un día que impulsaron las Madres contra la Dictadura, en 1981– es caminar sin descanso en torno a la Pirámide de Mayo durante las próximas 24 horas –se cumplan o no los pronósticos de lluvia– para terminar mañana a la tarde con el acto citado.
De la marcha participan distintas agrupaciones políticas, sociales y sindicales, entre ellas Nuevo Encuentro, Ctera y Ate, además de las ya mencionadas.
“No es la marcha de las Madres, no vinieron a acompañar a las Madres, esta es una marcha para todos los que perdieron el trabajo”, dijo Hebe antes de comenzar la tradicional ronda. A eso apuntó, precisamente, Ernesto, quien se definió como “antimacrista independiente”: “La gente está desesperada por laburar”. Su compañera, que asentía con la cabeza, el cuerpo, agregó a NU “el martillazo que representa para la clase trabajadora el tarifazo”, mientras miraba, primero de reojo, luego haciendo foco directo, una musculosa que emulaba la placa roja de Crónica con la sentencia de que Macri está firme, pero contra el pueblo.