Luego de la derrota electoral que el peronismo sufrió a nivel nacional, provincial y porteño en manos de Cambiemos en el 2015, quedó claro que llegar a las urnas fragmentados ya no es una licencia que la interna del PJ pueda tomarse.
Esto fue bien entendido por el presidente del PJ bonaerense, Gustavo Menéndez, que invitó a sumarse al randazzismo y al massismo para que el golpe electoral en el 2019 se haga con un solo puño, en especial al tener que enfrentarse a María Eugenia Vidal que continúa siendo la dirigente política con mayor imagen positiva del país.
Sin embargo, peronismo y kirchnerismo continúa sacándose chispas y gastando tiempo y energías en separarse. A lo que ahora además se suma la fractura de la CGT. Mas será un deseo que deberá, cuanto menos, limitarse a satisfacerse en las PASO, pero no de nuevo en las urnas contra el submarino amarillo.
Frente a este panorama, la reconstrucción del PJ a nivel nacional aún debe encontrar un líder que reúna y represente las diversas voluntades de kirchneristas y peronistas a nivel nacional. Daniel Scioli y el puntano Alberto Rodríguez Saá fueron los dos elegidos por el kirchnerismo para enfrentar en las PASO a lo que puedan armar desde el otro polo del peronismo.
Sin embargo las chances del ex motonauta parecen estar muy disminuidas en el entorno de Cristina mientras que el gobierno puntano de los hermanos van creciendo en el espacio. De hecho Alberto y Agustín Rossi se mostraron este domingo juntos en un set televisivo mientras que Amado Boudou y Adolfo coincidieron el mismo día en otro canal afín.