Asimismo, se han despejado las interrogantes sobre el futuro del proyecto en el Senado. Con la expulsión de Edgardo Kueider a mediados de diciembre, el oficialismo no solo ha perdido un escaño aliado, que ahora corresponde al kirchnerismo, sino que también ha cedido el control de la Comisión de Asuntos Constitucionales, la cual debería liderar el debate sobre las PASO en la Cámara alta y era presidida por el exsenador de Entre Ríos.
Así, la principal figura de la comisión y quien posee la clave para convocar a debatir el proyecto es su vicepresidenta, Sandra Mendoza (Tucumán), quien responde a su colega de bancada Juan Manzur. Hasta ahora, el exgobernador tucumano ha mantenido un firme alineamiento con la dirección de la bancada que lidera José Mayans (Formosa), que aún sigue las directrices de Cristina Kirchner. Como se evidenció en Diputados, el kirchnerismo se opone a la eliminación de las primarias.
Sin embargo, las dudas que existían sobre la postura que podría asumir Mendoza comenzaron a disiparse tras la sesión en la Cámara baja, donde el tucumano Pablo Yadlin, otro aliado de Manzur, votó a favor de la suspensión. Todo apunta a que la senadora no presentará obstáculos para acelerar la discusión de la propuesta, tal como desea la Casa Rosada. Además, el oficialismo cuenta con las firmas necesarias para emitir dictamen.
Antes de la sesión de Diputados, los números para aprobar la iniciativa en una posible sesión en el Senado, inicialmente prevista para el 20 de febrero, eran inciertos. Sin embargo, la fragmentación en la que terminó la bancada kirchnerista, dirigida por Germán Martínez, dividida en tres grupos entre rechazos, apoyos y abstenciones, parece aclarar algunas incógnitas de cara al debate en la Cámara alta.
La primera señal en esa dirección la proporcionó el sanjuanino Sergio Uñac (Unión por la Patria) mediante un tuit en el que reafirmó su postura a favor de eliminar las primarias, revelando que el proyecto del Gobierno también genera divisiones dentro del kirchnerismo en el Senado. Esto anticipa una semana complicada para Mayans y la dirección del bloque de senadores de Unión por la Patria, que siempre está atenta a las directrices del Instituto Patria. También plantea un reto para Cristina Kirchner, quien deberá encontrar la manera de ocultar que su autoridad como presidenta del PJ se verá nuevamente disminuida.
Lo que es seguro es que el Gobierno necesitará el apoyo de senadores de Unión por la Patria (UP) para conseguir la mayoría absoluta que exige la Constitución Nacional. Inicialmente, la atención estaba centrada en el catamarqueño Guillermo Andrada, alineado con el gobernador Jalil, y en los tres santiagueños que responden al mandatario provincial Gerardo Zamora. En un primer conteo, el Gobierno contaría con poco más de veinte votos asegurados, una cifra reducida si se considera que, al tratarse de un tema electoral, requiere de la mayoría absoluta de los miembros de cada Cámara para su aprobación. En el Senado, necesita 37 votos a favor.
En San Juan fuimos pioneros en la eliminación de las PASO, allá por 2022, convencidos de que eran una instancia que solo generaba gasto, y que ese dinero podía invertirse en más obras para las familias de la provincia.
Recuerdo como en ese momento los funcionarios de Juntos por…
— Sergio Uñac (@sergiounac) February 6, 2025
Hasta ahora, se considera casi seguro el apoyo al proyecto por parte de los seis senadores de La Libertad Avanza (LLA) y del formoseño Francisco Paoltroni, quien fue expulsado del oficialismo por orden del eje Karina Milei-Santiago Caputo. Además, se sumarían los 9 miembros del Frente Pro y los 5 integrantes del interbloque Las Provincias Unidas, que agrupa a legisladores peronistas no kirchneristas, como la cordobesa Alejandra Vigo, y provinciales. A ellos se les añadirían los dos senadores misioneros del Frente Renovador de la Concordia y a Mónica Silva (Juntos Somos Río Negro), de la alianza liderada por el gobernador Alberto Weretilneck.
Esto suma un total de 24 votos, a los que podrían unirse los senadores de Por Santa Cruz, José María Carambia y Natalia Gadano, quienes siempre son impredecibles, ya que no se puede anticipar si obedecerán las instrucciones del gobernador Claudio Vidal o actuarán de manera independiente en las votaciones. Esto implica que el oficialismo deberá buscar los votos necesarios para alcanzar los 37 votos positivos de los bloques de la UCR (11 senadores, más uno de licencia) y Unión por la Patria (34, cuando asuma la entrerriana Stefanía Cora, quien reemplazará al expulsado Edgardo Kueider).
El desafío radica en que el radicalismo llegará dividido a la votación, impidiendo que aporte la totalidad de sus senadores para sancionar la ley. Al menos tres miembros de la bancada del centenario partido -Pablo Blanco (Tierra del Fuego), Carolina Losada (Santa Fe) y Maximiliano Abad (Buenos Aires)- ya han expresado su rechazo a eliminar o suspender las primarias. No serían los únicos, lo que podría llevar a la UCR a definir la libertad de acción para sus miembros. La reunión del bloque bajo la conducción de Eduardo Vischi (Corrientes) aún no tiene fecha, y es probable que se realice en un plazo de dos semanas, siempre y cuando se concrete la sesión programada para el 20 de febrero, justo antes del vencimiento del período de sesiones extraordinarias habilitado por el Poder Ejecutivo.