La estrategia política es un arte pagano, pero un arte al fin. En el peronismo porteño ese arte está en plena ebullición. En la Ciudad, los herederos de Juan Perón están debatiendo la estrategia a seguir frente al gobierno de Javier Milei, pero también, frente a la administración de Jorge Macri. En el distrito, el peronismo tiene tres sectores mayoritarios: el Nuevo Espacio de Participación (NEP) de Juan Manuel Olmos, La Cámpora y el Peronismo por la Ciudad del secretario general del SUTERH, Víctor Santa María. En la Legislatura porteño, de los 18 legisladores del bloque de Unión por la Patria, La Cámpora y el grupo de Olmos son mayoría. El acuerdo entre ambos hace que la unidad prevalezca, aunque las discusiones internas existen y en algunos casos, no son menores.
La buena relación entre Cristina Fernández de Kirchner y el actual auditor general de la Nación, Olmos, hizo que amaine la pelea que se da entre el NEP y La Cámpora en los momentos de definir los armados electorales, las listas y las candidaturas en la ciudad, aunque siempre está latente. Las diferencias de criterios son históricas.
El debate y la interna que se viene tienen que ver con las elecciones legislativas del 2025. En ese marco, la idea de Olmos es armar un gran frente anti-Milei. Varias de sus espadas políticas ya hicieron pública esa idea. Pero el más claro fue el vicepresidente segundo de la Legislatura, Matias Lammens. El viernes 21 de junio, en una extensa entrevista en Futurock, donde analizó los primeros seis meses del gobierno de Javier Milei, dijo que “creo que hay que empezar a trabajar los matices, empezar a hablar con los bordes blandos de las coaliciones, empezar a construir un frente más grande. La lógica política cambió, no es la misma de hace un año. Hoy la nueva polarización es entre los que están con Milei y los que no estamos con Milei. Y entre los que no estamos con Milei, tenemos que construir un gran frente. Hay que tener valentía, hay que decirlo, no hay que ponerse colorado. Hay que buscar a algunos con los que estuvimos enemistados, con los que no teníamos tantas coincidencias, pero tenemos coincidencias de fondo.
En esa línea, también están dos importantes dirigentes cercanos a Olmos, como son el diputado nacional Leandro Santoro y la vicepresidenta del bloque de Unión por la Patria en la Legislatura porteña, Claudia Neira. Días atrás, Neira participó de una charla nada menos que con el ex funcionario macrista del gobierno de Cambiemos, Pablo Avelluto, en la que aseguró que “es necesario construir puentes en la diversidad de ideas”.
Este frente anti Milei incluiría a los radicales, a Horacio Rodríguez Larreta y también podría sumar en la Ciudad a sectores de la Coalición Cívica, Confianza Pública y el socialismo, que aunque ahora están con Jorge Macri, fueron parte del larretismo porteño y además podrían alejarse de la alianza con el Pro si en la Ciudad el partido amarillo arma una alianza electoral con La Libertad Avanza.
“La pelea es por quién tiene la lapicera y por la conducción política del distrito”, resumió con implacable sinceridad un político cercano a Olmos los avatares de la interna que se viene con La Cámpora, por la idea del frente anti Milei.
Olmos ya habló con Emiliano Yacobitti, hombre fuerte de la UCR Capital y muy cercano al senador nacional y presidente del partido Martín Lousteau y también con Larreta. A los radicales les interesa la idea del frente, aunque su única objeción es La Cámpora. “Todo eso se negocia”, dijo un histórico militante del peronismo al ser consultado por la objeción de los radicales. La respuesta dejó en claro que ese pedido puede terminar cediendo. En ese marco, el año que viene podría ir Lousteau de candidato a senador o Larreta y Santoro como primer candidato a diputado. La pregunta que surge ante este escenario es ¿qué lugar ocupa La Cámpora?
Los encolumnados detrás de Máximo Kirchner también coinciden con Olmos sobre la necesidad de ampliar la base electoral y la necesidad de alianzas para ganar la Ciudad, pero con ciertos límites. “No podemos ir con los que apoyan a Milei en el Congreso y votaron la ley Bases”, dicen cerca del máximo referente de La Cámpora en la Ciudad, el senador nacional Mariano Recalde. Este mensaje es claro y apunta a los radicales, los lilitos, el Pro y el pichettismo. A eso se suma que La Cámpora quiere que Recalde sea nuevamente candidato a senador. “Si los candidatos son Lousteau y Santoro, el peronismo, ¿dónde está”, se preguntan y se quejan al mismo tiempo los camporistas.
“La unidad por la unidad misma no sirve. El ejemplo del gobierno es todo un ejemplo de eso”, dicen desde La Cámpora.
En una reunión reciente entre Olmos y Cristina, la exvicepresidenta pidió por la candidatura de Recalde a lo que el auditor general respondió, en principio, que no.
El otro tema es que no todo el radicalismo está encolumnado detrás de Yacobitti y Lousteau, aunque en la Ciudad, claramente, son mayoría. Por su parte, los lilitos están abiertos a todas las posibilidades. La candidatura de Carrió para las legislativas es la única certeza. Pero si Jorge macri se va con La Libertad Avanza, la Coalición Cívica podría analizar seriamente la posibilidad de sumarse al frente anti-Milei.
Para el Peronismo por la Ciudad, que en los últimos tiempos, estuvo más cercano a La Cámpora o, más específicamente, a Cristina, adelantar la pelea electoral es un error y primero hay que rediscutir una nueva estrategia política para el partido.
La buena relación entre Olmos y Recalde logró la unidad en el PJ Capital y que no hubiera internas. Sin embargo, sí hubo una pelea entre Olmos y La Cámpora y se dio nada menos que en la Facultad de Derecho de la UBA.
Las elecciones del Claustro de Graduados se celebraron durante los días 25, 26 y 27 de junio de 2024 en el Salón de los Pasos Perdidos. Luego de 10 años de unidad, el peronismo fue con dos listas distintas y el olmismo le ganó a La Cámpora. Desde este sector aducen que fue gracias a votos del radical Daniel Angelici. De esa manera, la Lista de los radicales “Graduadas y Graduados Pluralistas” obtuvo 1.984 votos (45,30%), la Lista 5 de olmismo “Abogacía por la Democracia Nacional” sacó 1.288 votos (29,41%) y la Lista 2 del kirchnerismo, el “Frente de Abogados Populares” terminó con 1.089 votos (24,86%). Desde La Campora adujeron que la interna se dio por decisión de Olmos. En la medición de fuerzas entre ambos sectores, quedó claro que en esta pequeña batalla Olmos ganó. Nadie asegura que este tipo de escaramuzas políticas no se vuelvan a repetir entre ambos sectores, que consideran que son los más representativos en el peronismo porteño.
La pelea de fondo ya empezó y el objetivo también está definido. Los cercanos a Olmos no están dispuestos a los pedidos “frecuentes” de La Cámpora de “copar las listas de candidatos” cada vez que se acerca una elección en la Ciudad y plantean un gran frente anti Milei, el kirchnerismo duro pone reparos y condiciones inamovibles. Esta pelea también depende de una mayor, la interna que hay en la provincia de Buenos Aires entre el gobernador Axel Kicillof y Máximo Kirchner, enfrentamiento que sólo Cristina solucionará y que seguro tendrá consecuencias.
Aunque, a pesar de todo, siempre es bueno que el árbol no tape el bosque. Y siempre recordar aquella frase que sintetizó con crueldad extrema y sincera el verdadero núcleo de la cuestión en pugna: la lapicera y la conducción del distrito.