Mónica Nizzardo, una de las primeras en levantar bandera en la lucha contra la violencia en el fútbol en la Argentina anunció que se retiraba de la cruzada. Hace unos meses, había dejado su cargo al frente de la ong que fundó, Salvemos al Fútbol. La noticia resonó en los medios, y su reemplazante Liliana Suárez, en diálogo con Noticias Urbanas lamentó la pérdida y además de expresar que le toca reemplazarla, pidió “fuerzas para poder desarrollar la tarea”.
En una extensa carta que se dio a conocer este miércoles, Nizzardo cargó contra todos los sectores responsables de garantizar la prevención de la práctica. El Gobierno Nacional fue uno de los sectores sobre los que recayeron las críticas más duras: a la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner la acusó de “minimizar la violencia del fútbol”, “desligar la responsabilidad de los problemas de las tribunas a los árbitros” y “meter en la misma bolsa a los amantes del fútbol y a los delincuentes del fútbol”.
Suárez se sumó a las críticas y aseguró que “hay falta de voluntad política de parte del Estado”, así como también de los organismos, la policía y la justicia. Otras de los nombres a los que Nizzardo había apuntado fue la jefa de Seguridad de Independiente, Florencia Arietto por “decir que lucha contra las barras” y en realidad “defender las políticas de seguridad y prevención de este Gobierno”.
Diferente situación fue en relación a Javier Cantero, a quien elogiaron por su labor contra los barras. Suárez había relatado a este medio en una anterior entrevista que el presidente de Independiente previo a asumir en su cargo asistía y se preocupaba por la problemática, pero una vez que ganó las elecciones en el club de Avellaneda, “dejó de atender el teléfono”.
Por otra parte y sobre la Asociación del Fútbol Argentino, Nizzardo cuestionó a los directivos por “aceptar las mediocres condiciones de seguridad que los organismos de seguridad propongan”. La disolución del COPROSEDE y en su reemplazo la creación de la APREVIDE, no conformó ni a Nizzardo ni a Suárez, quien desde que asumió discute la labor y hace público su rechazo a la labor que lleva adelante el organismo provincial.
“Esto causa indignación, satura y agota, eso es lo que le pasó a Mónica“, resumió Suárez.
APOYO EN EL CONGRESO:
Diputados de distintos bloques apoyan desde hace tiempo la causa de Salvemos al Fútbol, entre ellos Cornelia Schmidt Liermann (PRO) y Hugo Maldonado (UCR). Éste, precisamente, aseguró que la de Nizzardo “fue una pérdida importante” y una “batalla perdida frente a los violentos”.
En sintonía, consideró que “queda al descubierto la connivencia entre los barra bravas y la política”. Pese a reconocer que “nos compete a todos como sociedad resolver este grave problema” demanda principalmente de parte de los poderes públicos una “firme voluntad política y un serio compromiso”.
Maldonado es autor dos proyectos de ley que combaten a la violencia en el fútbol. El primero se trata sobre la creación de una comisión bicameral para la prevención de la violencia y la intolerancia en los espectáculos deportivos integrada por doce (12) senadores nacionales y (12) doce diputados nacionales, elegidos por sus respectivos cuerpos, respetando la pluralidad de representación política de ambas Cámaras. El segundo, que va a complementar el anterior, apunta a inhabilitar a funcionarios que tengan relación con barras como así también a funcionarios que participen de hechos violentos.