Primero fue el de Juan B. Justo, con 12 kilómetros de recorrido. Después se sumó el de la 9 de Julio, que empezó con quejas pero ya está instalado con buenos resultados entre los usuarios. Por último se inauguró el del Sur. Ahora, avanza el Metrobus de la avenida Paseo Colón y parece ser el más polémico.
Para hacer la obra hay que ensanchar tramos de la calle y demoler edificios. Pese a que un grupo de vecinos que se oponen hacen cortes periódicos sobre la avenida, el plan sigue en pie, y la idea oficial es que las obras para la traza de 2,8 kilómetros comiencen a principios del año próximo.
Este nuevo Metrobus se sumará a los de las avenidas Cabildo, San Martín y 25 de Mayo, todos ellos con proyectos más avanzados. En este caso, irá desde Plaza de Mayo hasta el barrio de La Boca (Almirante Brown y Wenceslao Villafañe) y está previsto que sea usado por 18 líneas de colectivos que irán por carriles centrales y en sentido del tránsito.
El plan es que funcione como un eje de conexión entre el área central y la zona sur de la Ciudad. Pero aún está en pleno diseño. Es que según detalla el proyecto, el nuevo Metrobus cambiará los cuatro carriles centrales y los seis laterales por donde hoy pasan transportes, autos particulares y vehículos de carga y descarga por otra postal: con la implementación de los carriles exclusivos para colectivos, cuatro de todos sus carriles quedarán solo para transporte.
Sin embargo, a diferencia de los proyectos ya implementados o los que están en proceso, esta nueva traza afectará a varios inmuebles que hoy están sobre la avenida ya que en algunos tramos habrá que ensancharla.
Asociaciones vecinales y organizaciones políticas armaron una lista de 10 edificios que estarían afectados o que incluso podrían ser demolidos (ver Una intervención en 28 cuadras).
Están desde el edificio Marconetti (Paseo Colón al 1590), ocupado desde hace años, hasta el ex centro de detención Club Atlético (bajo la autopista) que el Gobierno ya aclaró que no será intervenido.
Consultado por diario Clarín sobre como la obra podría afectar inmuebles, el subsecretario de Transporte de la Ciudad, Guillermo Dietrich, confirmó que la intención es “dialogar con todos” para que la obra tenga consenso con los vecinos.
“Vamos a ir caso por caso para ver las necesidades de cada lugar y para resolver la movilidad de la gente”, afirmó. Por ahora, este proceso demorará el inicio. Y según Dietrich, “recién cuando eso esté definido y consensuado” se pondrán los plazos y se definirán la cantidad de estaciones de esta nueva red.
Desde la Comisión de vecinos en defensa de Paseo Colón, aclararon: “No estamos en contra de la obra del Metrobus, pero no puede ser que sea a costa de demoler escuelas y edificios de patrimonio histórico, como la Escuela Taller del Casco Histórico”.