Una investigación llevada adelante por el Mossad, una de las agencias de inteligencia de Israel, reveló que los atentados contra la Embajada de Israel (1992) y la AMIA (1994) fueron realizados por una célula del grupo terrorista chií libanés Hezbollah.
Ambas operaciones, que dejaron como saldo 107 personas fallecidas, se llevaron a cabo sin ayuda de funcionarios del Gobierno del difunto presidente Carlos Saúl Menem ni agentes de Irán en Buenos Aires, aunque no desliga de los ataques a éste último país.
En parte de la investigación que fue publicada en esta jornada por el diario estadounidense The New York Times, el Mossad aseguró que las autoridades iraníes aprobaron ambos atentados y el financiamiento necesario para poder perpetuarlos contra ambas entidades.
Además de los montos necesarios, los iraníes otorgaron a la célula entrenamiento, armamento y capacitación para la elaboración de los planes.
Los atentados fueron una venganza en respuesta a las operaciones de Israel contra la milicia chiita en Líbano, concluyó la investigación.
La agencia también logró revelar que los explosivos utilizados en las dos operaciones entraron al país ocultos adentro de botellas de champú y cajas con chocolates, y en vuelos comerciales.
Además, Hezbollah preparó durante años una infraestructura secreta tanto en Buenos Aires como en otros puntos de Sudamérica, los cuales fueron utilizados para preparan detalles precisos sobre los ataques.
An investigation by the Israeli spy agency found that Hezbollah had set up a cell to conduct the attacks and rejected suspicions that Argentines or Iranian officials in Buenos Aires had been involved.
An investigation by the Israeli spy agency found that Hezbollah had set up a cell to conduct the attacks and rejected suspicions that Argentines or Iranian officials in Buenos Aires had been involved. https://t.co/cJmCNKRFUZ
— New York Times World (@nytimesworld) July 22, 2022
Es así como todos los productos químicos que se utilizaron en los explosivos fueron elaborados y adquiridos a una empresa creada por los terroristas.
Desde 1988 el grupo envió operativos a varios países de Sudamérica para sumar “experiencia que les permitiera abrir negocios legítimos y tener una fachada comercial sólida para desplazarse entre diferentes países”, resaltó la investigación.
Tras analizar entrevistas, datos de vigilancia, intercepciones a teléfonos e información aportada por agentes secretos, el Mossad afirmó que los responsables están vivos y viven actualmente en El Líbano, por lo que echa por tierra las versiones del Ejército de Estados Unidos que afirma haber matado a líderes en ataques precisos.