Este viernes, en una ceremonia especial, se descubrió una placa conmemorativa que reconoce a este emblemático museo como un espacio cultural único que atrae a miles de visitantes cada año y que ha logrado un destacado reconocimiento mundial.
Además de Glize, promotora de la declaración, en el acto descubrimiento de placa estuvieron presentes el embajador de Uruguay en Argentina, Carlos Fernando Enciso Christiansen; el cónsul de Uruguay, José Corbello; Diego Jimenez Soto; el periodista, Eugenio Dimier y el exsecretario de Trabajo de la Nación, Horacio Pitrau.
Inaugurado el 10 de noviembre de 2014, el Museo del Whisky es el más grande del mundo en su tipo, con una impresionante colección de más de 4.800 botellas de whisky de diversas marcas y ediciones limitadas. Este museo, que es un legado del empresario Miguel Ángel Reigosa, ha sido reconocido internacionalmente y se encuentra a la altura de los más prestigiosos museos de whisky, superando incluso al de Edimburgo, en Escocia.
Además de su enorme colección, que incluye botellas históricas como una edición limitada para el vuelo inaugural del Concorde y la prestigiosa Royal Salute 62 Gun, un regalo de la Reina Isabel II, el Museo del Whisky es también un reflejo del compromiso de Reigosa con la preservación de la historia del whisky y su amor por esta bebida. Con 135 premios internacionales, el más reciente siendo el título de Keeper of theQuaich, otorgado en 2023 en Escocia, Reigosa ha logrado posicionar a este museo como un referente cultural y turístico a nivel global.
El museo es también un testimonio de la solidaridad y la reconciliación. En 2022, en conmemoración de los 40 años del conflicto bélico por las Islas Malvinas, Reigosa trabajó junto con la destilería argentina Madoc para crear una edición limitada de 904 botellas que homenajean a todos los caídos en el conflicto, sin distinción de bandos.
Con su ubicación en una propiedad histórica de 1913, que ha sido restaurada y conservada con esmero, el Museo del Whisky se ha convertido en un espacio cultural accesible para todos, ofreciendo entrada gratuita tanto a socios como a no socios. Su trascendencia cultural y su importancia en la vida social y turística de Buenos Aires lo convierten en un verdadero patrimonio de la ciudad.
En su intervención durante la ceremonia de colocación de la placa, Glizé expresó: “Hoy celebramos el reconocimiento a un espacio que no solo preserva la historia del whisky, sino que también enriquece nuestra identidad cultural y nos permite conectar con tradiciones y relatos que van más allá de nuestras fronteras. El Museo del Whisky es un verdadero patrimonio porteño, y me llena de orgullo haber impulsado esta iniciativa, que refleja la importancia de valorar y proteger nuestros espacios culturales más singulares. Felicitaciones a Miguel Ángel Reigosa y a todo el equipo del museo, que con su trabajo y dedicación continúan haciendo de Buenos Aires una ciudad aún más rica en historia y cultura”.
La declaración como Sitio de Interés Cultural no solo celebra estos logros, sino que también subraya el impacto positivo que el Museo del Whisky tiene en la cultura porteña y en la identidad de la ciudad como destino turístico de primer nivel.
Con este reconocimiento, el Museo del Whisky continuará siendo un lugar de encuentro y reflexión, donde se preserva la historia, se celebran los logros y se honra el amor por el whisky, una bebida que, en este caso, ha trascendido fronteras y épocas.