El oficialismo reforzó su estrategia de dividir a Juntos por el Cambio (JxC) y polarizar con Javier Milei en el marco de la “campaña del miedo”. En ese marco trabajan en una convocatoria a un gobierno “de unidad nacional” en el que confluyan “todos aquellos que crean en la democracia”, por entender que un triunfo del candidato libertario implica un “peligro” para la democracia.
Luego de que el precandidato a presidente de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, indicará que “sin dudas buscaría un gobierno de unidad nacional e integrar un Gabinete con radicales y con peronistas que están en el Pro”, y de que trascendiera que sondeó a Horacio Rodríguez Larreta, quien tomó la posta fue su compañero de fórmula, Agustín Rossi.
El jefe de Gabinete expuso que “el desafío es que la ultraderecha no gobierne la Argentina” y consideró que el triunfo de Milei representa “un peligro para la democracia” y convocó a todos los sectores “a evitar que ese peligro llegue a gobernar”.
La aparición de Rossi se dio justo cuando, Massa iniciaba una gestión subterránea con Rodríguez Larreta para pedirle que se sume a un frente anti Milei. La respuesta del alcalde porteño, según dejaron en claro colaboradores suyos, es que su apoyo irrestricto es para Juntos por el Cambio (JxC) y que trabajará activamente para apuntalar la campaña de Patricia Bullrich.
En línea con los guiños que Massa les hizo a sectores radicales y a moderados del Pro antes de subirse al avión rumbo a Washington, Rossi reforzó la idea de que el resto de los sectores políticos se encolumnen detrás del oficialismo: “En caso de ganar las elecciones hay que hacer un gobierno de unidad nacional en donde estén todos aquellos que crean en la democracia y estén dispuestos a defenderla”, aseguró.
Rossi renovó la promesa de unir a los argentinos, una idea que ya planteó Alberto Fernández al asumir en 2019 y que el kirchnerismo se repitió en proponer años atrás, pero que, lejos de llevarla a la práctica, realizó lo opuesto.
“No vamos a hacer un gobierno solamente de UxP sino algo muchísimo más amplio, convocando a todos aquellos que creen en la democracia, en el respeto, la diversidad y tengan un profundo amor por la patria”, señaló.
Y, en un guiño al radicalismo, planteó que la Argentina se enfrenta “a una situación de un espacio político que viene a romper todas las tradiciones políticas”.
La agenda del Gobierno y las diferencias que se advirtieron bajo la actual administración no sólo con Juntos por el Cambio (JxC) y los libertarios, sino también con el peronismo no kirchnerista, la izquierda y partidos provinciales alimentan las dudas respecto a la factibilidad de un acuerdo.
Aunque se espera que a su vuelta del viaje al Fondo Monetario Internacional hable con Cristina Kirchner y termine de definir el formato de la campaña rumbo a octubre, Massa ya dejó saber que irá por “17 millones de votos entre los ausentes y los que votaron a otras fuerzas” que ya quedaron fuera de competencia.
El foco también estará puesto en el voto joven que, según entienden en el búnker de Unión por la Patria (UxP), se inclinó mayoritariamente por Milei en las PASO.