En cualquier país normal –está claro que Argentina dejó de serlo hace tiempo- los indicadores económicos y sociales actuales serían base suficiente para pronosticar un triunfo opositor en los próximos comicios presidenciales.
Pero aun cuando esos indicadores de la realidad tienen correlato en los altos números de desaprobación y desprestigio para el grueso de los dirigentes del Frente de Todos, en ocasión de que a esa misma opinión pública le piden que anticipe su voto 2023, el panorama se nubla.
¿Incide el último recuerdo del Gobierno de Macri? ¿Hay desconfianza en que Juntos por el Cambio tome la misma dinámica internista que el kirchnerismo si retoma el poder?
Bastante de esto se deja traslucir en la última encuesta nacional de la Universidad de San Andrés. Esta casa de estudios hizo un relevamiento de 1.199 casos, entre el 29 de julio y el 9 de agosto.
Los números sobre la mirada de la situación actual son demoledores. ¿Algunos ejemplos?
• Apenas el 10% de los encuestados está satisfecho con la “marcha general de las cosas”.
• El Poder Ejecutivo tiene una aprobación del 13% y una desaprobación del 83%.
• Todas las áreas de gestión del Gobierno evaluadas tienen saldo negativo: la mejor es Salud, con + 35% y – 63%; y la peor, Economía, con + 7% y – 92%.
• El 83% dice que la situación está peor que hace un año y un 54% cree que estará peor en los próximos meses. Asterisco: en este último punto, respecto a la anterior medición, hubo un pequeño repunte.
• Ningún dirigente del Frente de Todos llega a los módicos 30 puntos de imagen positiva. Los mejores son Cristina Kirchner y Sergio Massa con + 26%. Alberto Fernández ya está debajo de + 20%.
• También fueron evaluados 17 ministros y secretarios de primera línea del Gobierno nacional. Reprueban todos.
• La llegada de Massa al ministerio de Economía ampliado apenas tuvo impacto: el 35% cree que la situación seguirá igual (de mal), el 25% que mejorará y el 21% que empeorará.
Con todos estos antecedentes, uno podría suponer que la intención de voto para el recambio de Casa Rosada mostraría una abrumadora mayoría opositora. No es así. Ni cerca.
Cuando los encuestadores de Udesa preguntaron: “si las elecciones presidenciales fueran hoy, ¿a cuál de estas coaliciones votarías?”, Juntos por el Cambio lideró pero con apenas 24 puntos. El Frente de Todos aparece tercero con 20%, dos puntos debajo de los indecisos, que son el 22%.
Los libertarios de Javier Milei tocan los dos dígitos (10%) y después aparecen los votantes dispersos: voto en blanco 5%, otra lista 4%, Frente de Izquierda 3%, otra lista peronista 2%, no iría a votar 5%, prefiero no contestar 5%.
En este pelotón hay 34 puntos y si se le suman los indecisos llegaría el 56 por ciento. La menor oscilación en las preferencias de estos grupos de votantes definiría la elección en favor de cualquiera de las dos coaliciones que lideran el sondeo. Así de obscuro es el panorama para el 2023.
