El presidente Alberto Fernández y el Canciller, Santiago Cafiero, salieron a respaldar las declaraciones del embajador argentino en Pekín, Sabino Vaca Narvaja, quien se había manifestado en relación a la gira oficial que Nancy Pelosi -titular de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos- hizo a Taiwan y sostuvo: “Nosotros estamos seguros de que esta visita ha sido una provocación para China y ha sido un problema para toda la comunidad internacional”.
Las declaraciones despertaron las críticas opositoras ya que se dieron en medio de la asunción de Gustavo Petro en Bogotá donde participaban el Presidente y su Canciller. Los dos se enteraron por los medios de comunicación: nunca instruyeron a Vaca Narvaja para que fijara la posición del país respecto a la visita de Pelosi a Taiwan.
Sin embargo, Alberto Fernández y Santiago Cafiero no desmentirán a Vaca Narvaja y menos aún ordenarán su regreso a Buenos Aires.
Vaca Narvaja tiene llegada directa a la nomenclatura que rodea al líder comunista Xi Jinping, y el Gobierno optó por privilegiar ese acceso a relativizar un juicio diplomático que cuestiona la posición geopolítica de Estados Unidos frente a la estrategia expansionista de China.
“Argentina reconoce al Gobierno de la República Popular China como el ´único Gobierno legal de China´ y tomó nota de lo reafirmado por este país en el sentido de que ´Taiwán es una parte inalienable del territorio de la República Popular China´; aseguró un vocero del Gobierno cuando fue consultado por las declaraciones públicas de Vaca Narvaja.
La explicación diplomática de la Casa Rosada ratifica la relación estratégica que el Gobierno urdió con Beijing.