El papa Francisco criticó este jueves la corrupción que convierte a los sindicatos en “seudopatrones” y los aleja del pueblo en un videomensaje en español a los participantes de la 109 Conferencia Internacional del Trabajo, que se desarrolla en formato virtual por la pandemia.
El pontífice agregó que la propiedad privada es “un derecho secundario” que depende de un derecho primario, que es “el destino universal de los bienes”.
La actual pandemia nos ha recordado que no hay diferencias ni fronteras entre los que sufren. Ha llegado el momento de eliminar las desigualdades, de curar la injusticia que está minando la salud de toda la familia humana. #CIT2021 https://t.co/9HSvhWqdWp
— Papa Francisco (@Pontifex_es) June 17, 2021
“Cuando un sindicato se corrompe, ya esto no lo puede hacer, y se transforma en un estatus de seudopatrones, también distanciados del pueblo”, denunció el Papa.
Por ello, insistió en que la labor de estas organizaciones es “desnudar a los poderosos que pisotean los derechos de los trabajadores más vulnerables”, aunque los invitó a no dejarse encerrar en una ‘camisa de fuerza’ y enfocarse en situaciones concretas”.
En el mensaje, que dirigió en primer lugar al director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, el Papa también insistió en que la propiedad privada es “un derecho secundario” que depende de este derecho primario, que es “el destino universal de los bienes”.
En la primera jornada de la Cumbre sobre el Mundo del Trabajo de la #CIT2021, @Pontifex_es recordó a los actores del mundo del trabajo que para reconstruir mejor después de la #COVID19, no debemos olvidar a los más vulnerables.
Revisa lo sucedido hoy en: https://t.co/rZhhBnCrm9 pic.twitter.com/L85H7ko1uv
— OIT (@OITnoticias) June 17, 2021
El Pontífice volvió así sobre la idea que ya expresó el pasado mes de diciembre al inaugurar la conferencia internacional virtual de los Comités Panamericano y Panafricano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana, cuando afirmó que el derecho a la propiedad es “un derecho natural” pero “secundario” derivado del derecho que tienen todos, “nacido del destino universal de los bienes creados”.
Por otro lado, Francisco pidió que la “protección social” llegue a los que trabajan en negro. Una exclusión que enmarcó en la “filosofía del descarte” que, además, complica la “detección temprana” y la “búsqueda de atención médica por el Covid-19”, aumentando el riesgo de que se produzcan brotes entre esas poblaciones.
“Dichos brotes pueden no ser controlados o incluso ocultarse activamente, lo que constituye una amenaza adicional a la salud pública”, dijo.
El Papa advirtió del riesgo de que “las prisas por volver a una mayor actividad económica” tras la pandemia lleven a “las pasadas fijaciones en el beneficio, el aislacionismo y el nacionalismo, el consumismo ciego y la negación de las claras evidencias que apuntan a la discriminación de nuestros hermanos y hermanas ‘desechables’ en la sociedad”.
Para evitarlo, es necesario un “nuevo futuro del trabajo fundado en condiciones laborales decentes y dignas, que provenga de una negociación colectiva y que promueva el bien común”.
Francisco también resaltó que la pandemia ha afectado duramente “a las mujeres de la economía informal, incluidas las vendedoras ambulantes y las trabajadoras domésticas”, cuyos hijos “están expuestos a un mayor riesgo para la salud”, ya que, sin “guarderías accesibles”, deben acompañarlas a sus lugares de trabajo o quedarse en sus hogares sin protección.
“Es muy necesario garantizar que la asistencia social llegue a la economía informal y preste especial atención a las necesidades particulares de las mujeres y de las niñas”, dijo.