El embajador en los Estados Unidos de América y ¿ex? contrincante del Pro en la Ciudad, Martín Lousteau, parece haber dado un contundente paso en su distanciamiento de la fuerza que lo premió con uno de los puestos más importantes del Gobierno nacional.
En una columna de opinión publicada en el diario Clarín, Lousteau arriesgó más de lo aconsejable pensando en el futuro cercano. Primero apunto que “nuestro país viene discutiendo lo mismo desde hace veinticinco años” y que “ni siquiera con mucha más plata hemos podido resolver el problema” haciéndose cargo del gobierno que integra.
De acuerdo al paro de la CGT, señaló que “sería triste que la reciente marcha de la CGT, por ejemplo, no invite a reflexiones más profundas”.
Tibio, con críticas para todos los sectores, sin cuestionar a ninguno en particular, opinó que “el desafío de cómo administrar mejor los recursos no se puede resolver criticando a Baradel por el largo de su pelo, su peso o poniendo en tela de juicio su título de docente; ni tampoco caracterizando de ajustador serial al gobierno nacional”.
Por último, concluyó que “más allá de los paros y sus respuestas, de las diatribas y los fuegos artificiales, la verdadera discusión ni siquiera empezó”.
Tal como anunció Noticias Urbanas, el líder de ECO y embajador en Washington se reunió con los seis legisladores de Suma+, los legisladores del PS, diputados nacionales y referentes de la UCR Capital.
Allí, teniendo en cuenta las elecciones de este año, les dijo a sus legisladores: “Les pido tiempo para tomar una decisión. No hay que apurarse, estamos bien y los números nos dan mejor”.