El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, presidió la procesión de San Expedito en el día del patrono de las causas justas y urgentes. El viernes se llevó a cabo la tradicional celebración en el santuario de San Expedito, ubicado en la esquina de Bartolomé Mitre y Azcuénaga, en el barrio de Balvanera.
El arzobispo de Buenos Aires monseñor Jorge García Cuerva, afirmó: “Los argentinos estamos viviendo momentos complicados. Le pedimos a San Expedito que nos agarre de la mano. Estamos haciendo un esfuerzo muy grande todos. Por eso, muchachos, no se aumenten los sueldos, no se aumenten los sueldos”, en claro mensaje a la política en general, porque solo esta semana en el Senado votaron, en apenas 50 segundos y sin decir de que se trataba, una millonaria mejora en las dietas, y también el Gobierno elevó rangos y sueldos de Karina Milei, el vocero presidencial Manuel Adorni y otros funcionarios.
“Uno ve que cada uno le va poniendo el lomo a la situación, los abuelos, que eligen comer algo menos para comprar los remedios, los papás con los útiles escolares, algunos otros que buscan más laburo. Hagamos todos el esfuerzo. No perdamos la esperanza. Todos a sacar adelante el país”, dijo García Cuerva.
Desde temprano los fieles se acercaron a la iglesia en un gran número para pedir y agradecer al patrono de las causas justas y urgentes. En este sentido, la larga fila de peregrinos se extendió sobre la calle Azcuénaga, mientras que los tradicionales puestos de venta de imágenes, rosarios y velas se instalaron a lo largo de la calle Bartolomé Mitre. En tanto, un pequeño escenario montado en el cruce de ambas arterias sirvió para que los feligreses participaran de las eucaristías que se realizaron a cada hora, y recibir bendiciones por parte de los párrocos que participaron del encuentro religioso.
Este año, la celebración se realizó bajo el lema “Gracias, San Expedito, por escuchar nuestras causas justas y urgentes” y, como ocurre desde hace veinte años, en la parroquia Nuestra Señora de Balvanera se venera una antigua imagen del santo, por lo que durante la noche del jueves y las madrugada de ayer el templo permaneció abierto para recibir a los fieles que quisieran compartir juntos la celebración de la misa a la medianoche.