“El voto electrónico debe ser un compromiso de todas las fuerzas políticas porque es un gran paso para la democracia. El voto es un derecho y hay que profundizarlo”, apunta en la entrevista con Noticias Urbanas el defensor del Pueblo de la Ciudad, Alejandro Amor, luego de que el Pro bajara el sistema de votación que el propio Mauricio Macri había establecido en la Ciudad hace, apenas, cuatro meses.
El Gobierno porteño tomó la decisión de eliminar la boleta única de las primarias del 26 de abril a partir de un informe que presentó la Defensoría desaconsejando la metodología por falta de tiempo para la implementación del nuevo sistema.
Abogado, especialista en Derecho Colectivo de Trabajo y relaciones laborales, Amor es, además, secretario general de las 62 Organizaciones en la Ciudad y secretario gremial del Sindicato de los Trabajadores del Estado (Sutecba).
–¿Por qué desaconsejó el voto electrónico en las PASO, si el nuevo sistema implica una profundización de la democracia?
–Ante todo quiero aclarar que estoy muy comprometido con la instauración de la boleta única electrónica porque, efectivamente, se trata de un gran paso para la democracia. Y creo además que toda la política y los actores institucionales de la Ciudad deben comprometerse en el mismo sentido. Lo que ocurrió es que faltó tiempo para entrenar a la ciudadanía y el voto, que es un derecho, necesita legitimidad social. El proceso para que el nuevo sistema de votación entre en vigor debe ser gradual. Y eso es lo que quisimos garantizar.
–Denos un ejemplo de buena implementación del sistema.
–La ciudad de Salta. Se hizo una capacitación y, en la primera votación, solo un 10 por ciento de la población usó boleta electrónica. La segunda vez se extendió a un 40 por ciento y recién en la tercera votó la totalidad del padrón usando la nueva tecnología. Este aprendizaje es el que faltó en la Ciudad. Porque, además, si en el momento de la votación la gente tiene que preguntarle al personal de la mesa sus dudas tecnológicas y alguien viene a ayudar, sucede como con el cajero Banelco.
–Sería como si el empleado del banco nos viniera a espiar la clave.
–Claro, cuando tenés que pedir ayuda para votar, hay algo del secreto del voto que no se está respetando. De allí la importancia de que la gente se entrene y aprenda a usar correctamente esta nueva tecnología de votación que, por si fuera poco, favorece a los partidos más chicos porque, entre otras cosas, no requiere la renovación de las boletas ni toda la ingeniera de la votación tradicional.
–Pareciera que hay diferencias entre la boleta única electrónica y el sistema de voto electrónico. ¿Cuáles son?
–La boleta única electrónica es una impresora donde se va marcando lo que se quiere votar. Y algo para aclarar: en esa boleta única la aparición de las fuerzas políticas va cambiando y es aleatoria para evitar los lugares preferenciales. El sistema del voto electrónico, en cambio, es lo que existe en los Estados Unidos o en el Brasil: sería parecido al sistema Banelco. La votación es en una urna electrónica. Una anécdota: junto con otros políticos argentinos, me tocó estar como veedor en la elección de Obama, y lo curioso es que en Washington coexistían la votación tradicional con la electrónica. Y también eso podría verse como una forma de gradualidad.
–¿Cuál es el top five de los reclamos en la Defensoría?
–Por lejos, los abusos de la telefonía celular encabezan el ranking. El segundo reclamo es por la calidad de los servicios públicos. Por ejemplo, esta semana tuvimos un reclamo fuerte porque en la estación Congreso no funcionaba el ascensor para discapacitados. La basura, en tercer lugar. Y, finalmente, la educación y las prepagas. La quita de subsidios también provocó reclamos, más de 30 mil en el caso de Metrogas.
–Conmemoramos un nuevo Día de la Mujer, ¿qué derechos femeninos siguen siendo vulnerados?
–La violencia doméstica, lamentablemente, sigue encabezando la lista de prioridades dentro de la problemática del género. En segundo término, el acoso laboral y la discriminación: las diferencias salariales entre varones y mujeres.
–Calculo que tanto el acoso como la discriminación deben de ser difíciles de probar. ¿Tienen éxito en estas demandas?
–Sí, son difíciles. Y en cuanto al resultado, a veces ganamos. Otras, no.
–¿Qué balance hace del primer año de gestión?
–Nuestro eslogan es “La Defensoría en tus manos”. O en tu celular. Es decir, acercar de todas las maneras posibles el servicio que les ofrecemos a los porteños. La descentralización de los lugares de atención fue otra clave. Este año abrimos nuevas sucursales de la Defensoría en Retiro, en Constitución, en Once y en las villas 31, 1-11-14, que está a cargo del cura Gustavo Carrara, y 21-24.
–Imagino que los reclamos de los vecinos de la villa deben ser diferentes a los de la clase media. ¿Qué reclaman los habitantes más pobres dentro de una ciudad rica?
–Parece mentira pero en la Ciudad aún hay unas 200 mil personas que carecen de una red cloacal. Así que estamos atendiendo ese reclamo, en una mesa en la que sentamos a los distintos actores involucrados en el tema, desde Aysa hasta los curas villeros y, por supuesto, a los representantes de las villas.
–Pero calculo, también, que no se pueden atender todas las denuncias.
–Sí, las atendemos a todas. Y las que son falsas se caen por su propio peso. También, a través del Portal del Vecino –donde se pueden iniciar expedientes online–, se pueden realizar denuncias anónimas. El régimen es similar al del testigo protegido y se utiliza cuando, por ejemplo, en las villas se denuncian cocinas de cocaína.
En primer plano
• Edad. 53 años.
• Estado civil. Casado, tiene tres hijos.
• Ocupación. Defensor del Pueblo.
• Profesión. Abogado
• Barrio porteño. Núñez.
• Una esquina. Bolívar y Alsina.
• Restaurante. Besares.
• Figura histórica. Juan Domingo Perón.
• Un libro. Ficciones, de Jorge Luis Borges
• Una película. Analízame y El Padrino.
• Una frase. “La vida es lucha, y quien abandona la lucha, abandona la vida” (Eva Perón).