En los cuarteles porteños de Unión por la Patria este año son optimistas respecto de los procesos electorales que se desarrollarán este año tanto el 18 de mayo como el 26 de octubre. Todos los cañones apuntan a lograr un buen resultado en las locales anticipadas para enfocar luego los dos años restantes directamente hacia la jefatura de Gobierno.
La clave de este humor renovado en el peronismo porteño para las elecciones locales tiene que ver con dos razones concretas: un buen candidato para encabezar la nómina como lo es Leandro Santoro y la división del arco opositor entre dos fuerzas importantes, una que controla el gobierno local y la otra el gobierno nacional.
En el espacio entienden que este año se abre una oportunidad única habida cuenta que además de su base histórica, la clase media en la Ciudad es una de las capas sociales que más sufrió con el ajuste de Javier Milei y que además el Gobierno de la Ciudad no logra encontrar el rumbo de tranquilidad en piloto automático que caracterizó a los gobiernos anteriores del PRO, tanto el de Mauricio Macri como el de Horacio Rodríguez Larreta. En este punto aseguran que el salto de Vicente López a la Ciudad parece haber sido un paso demasiado largo para el submarino amarillo. Y que tardaron mucho más tiempo que sus antecesores en aprender a manejar la botonera.
En la Ciudad los tiempos del peronismo los maneja Juan Manuel Olmos, el líder del Nuevo Espacio de Participación (NEP), de buena relación con el senador Mariano Recalde, la figura de mayor peso de La Cámpora en este distrito. El tercero en discordia es el sindicalista y empresario de medios, Víctor Santa María, quién suele participar en las decisiones electorales.
El mundo Olmos contiene de manera muy cercana a Santoro y también al ex ministro de Turismo, Matías Lammens, hoy vicepresidente segundo de la Legislatura porteña.
Unión por la Patria debe renovar ocho bancas que dejan aquellos asumidos en 2021. Y los expertos en “lapiceras” ya hacen sus planes para un cronograma ajustado que tiene el 18 de marzo el cierre de alianzas y el 29 del corriente, cierre de listas. Las expectativas son las de colocar electoralmente entre 9 y 11 legisladores en mayo, lo que llevaría al bloque a agrandar su rol de primera minoría en el recinto. Hoy son 18 y podrían superar con esa cifra (con más del 30% de los votos) las dos decenas y ser imprescindibles para muchas votaciones claves, de mayorías calificadas e incluso un hueso duro de roer en las de mayoría simple.
En las previas del “poroteo” y en ocasión del desdoble y suspensión de las PASO, Olmos y Recalde, acordaron su rol en cada turno. Para las locales mandaría Olmos con una representación de la Cámpora razonable y en octubre sería a la inversa con Recalde contemplando la realidad nacional de ese momento y el NEP o aliados, acompañando.
Mayo: Los nombres en danza
Para encabezar la nómina no hay dudas. El que mejor mide es el radical alfonsinista devenido en peronista, Leandro Santoro, que de ganar se posicionaría seriamente para el 2027. Y en los primeros diez lugares hay una mezcla de espacios y nombres que, si bien no está nada cerrado, algunos se encuentran más perfilados que otros.
Empecemos por la negativa. Hay un nombre que es el más cuestionado por la mayoría de los sectores y es el de Juan Manuel Abal Medina. Cada operación periodística lo deja un poco más afuera de la lista, habrá que ver si recompone actitudes y códigos. El resquemor hacia él consiste en complicar en esta etapa crucial un bloque que funciona bien en la discusión política interna.
Siguiendo en la expectativa de diez entrantes, la Cámpora tendría asegurada dos bancas, una de ellas seguramente para Juan Modarelli, ex jefe de bloque en 2024 y también sonó el regreso de Lu Cámpora a la Legislatura, aunque eso lo definirá la organización.
Habrá un lugar para un representante de Axel Kiciloff en el distrito, aunque son varios los que vienen de parte del gobernador. Berenice Iañez de la mano del Andrés “el Cuervo” Larroque, tiene una luz de ventaja sobre el resto, y además ya está probada en la cancha.
También habrá un o una representante del NEP. De ser mujer podría ser Silvia la Ruffa y en el caso masculino, tiene alguna chance, Víctor Colombano, pero será clave allí la decisión de Olmos.
Víctor Santa María tiene en mente postular a Gisela Marziotta, quien vence su mandato en la Diputados. Además, en su entorno, juegan con la dupla a futuro, Santoro-Marziotta para la fórmula de la jefatura de Gobierno.
Sergio Massa esta vez no quiere dejar pasar el tren y postuló a Juan José Tufaro, mandamás del Frente Renovador porteño para empezar la participación institucional porteña del partido.
Otra legisladora que tiene buena relación con Olmos es Maia Daer, dirigente de PARTE y del Club Huracán, de interesante gestión en temas de salud y clubes barriales.
Un párrafo aparte para Juan Grabois que respalda a Ofelia Fernández, pero suena más que ella en la lista nacional de diputados en octubre.
Con el respaldo de Amadeo Genta, Aníbal Torreta ha pintado en zona sur promoviendo su candidatura porteña desde el movimiento obrero. Su futuro dependerá del apoyo que sume en la CGT. Sin embargo, Andrés Rodríguez y UPCN han girado 180 grados para volver al mundo Olmos, así que conserva alguna chance para alguien de su gremio, que podría ser Fernando Barrera.
Octubre está lejos
Nadie salvo el NEP o la Cámpora podrá repetir en los dos turnos. Octubre será otro tema y está muy lejos, hay que ver cómo llega el gobierno nacional y con qué candidato o candidata. Mariano Recalde es número puesto para intentar retener su senaduría, Matías Lammens dar el salto a la Cámara de Diputados, ya hablamos de alguien de Grabois (¿Ofelia?) y seguramente otro/a de La Cámpora y la ex ministra de Trabajo, Kelly Olmos figuran en una primera mirada. Por ahora es bastante información, veremos.
