La estrategia de Macri para remover a Vanoli del Central

La estrategia de Macri para remover a Vanoli del Central

El equipo del futuro presidente tiene pensado aplicar una norma de la Carta Orgánica del Banco Central para destituirlo. La injerencia del Ejecutivo en el BCRA y la venta de dólar futuro, claves.


La remoción de Alejandro Vanoli del Banco Central es sin duda una de las principales obsesión del presidente electo, Mauricio Macri. Y así lo dejó en claro el último domingo por la noche, en una entrevista que concedió a La Cornisa, el programa del periodista Luis Majul. “Claramente, yo no voy a trabajar con gente en la cual no confío. Me he comprometido con los argentinos. Ellos tienen que entender que son militantes”, disparó.

“Si ellos se hubiesen declarado profesionales independientes era una cosa. Pero desde ese lugar hicieron política activa a favor de una idea”, agregó Macri.

Quien arenga a Vanoli a resistir en el cargo no es otra que Cristina Kirchner. Según su criterio, el funcionario debiera cumplir funciones hasta diciembre de 2019. Sin embargo, su presidencia vence en octubre del 2016. En consecuencia, Macri resolvió utilizar la Carta Orgánica del Banco Central para obligarlo a renunciar.

A eso se añade la denuncia presentada por Alfonso Prat Gay, próximo ministro de Hacienda y Finanzas y el jefe de bloque de la UCR, Mario Negri, por incumplimiento de deberes de funcionario público a raíz de las multimillonarias operaciones de dólar futuro, una denuncia a cargo del juez Claudio Bonadio y por la que el titular del BCRA ya está imputado.

Las operaciones con dólar futuro, que el Central compromete a un precio llamativamente inferior a su valor de mercado, llegaron a tal nivel que los directivos del Rofex, uno de los mercados para estos contratos, decidieron cerrar once días las operaciones.

Precisamente uno de los argumentos para remover a Vanoli es la “dilapidación” de las reservas. El artículo 14 de la Carta Orgánica en su inciso “q”, advierte que no pueden utilizarse indiscriminadamente: “El nivel de reservas de oro, divisas y otros activos externos necesarios para la ejecución de la política cambiaria debe manejarse tomando en consideración la evolución de las cuentas externas”.

En el artículo 3° de la Carta Orgánica se expresa que el Banco Central, no estará sujeto a órdenes, indicaciones o instrucciones del Poder Ejecutivo, ni podrá asumir obligaciones de cualquier naturaleza que impliquen condicionarlas, restringirlas o delegarlas sin autorización expresa del Honorable Congreso de la Nación”.

El equipo económico que asume el 10 de diciembre tiene en su poder constancias escritas que vinculan a Carlos Zannini, secretario de Legal y Técnica, con el despido de dos directores del Central.

Se trata de los santacruceños Waldo José Farías y Santiago Carnero, desplazados para facilitar el ingreso de dos directores que responden al ministro Axel Kicillof, Flavia Marrodán y Juan Cuattromo. Kicillof posee hoy un férreo control sobre el organismo a través del superintendente de Entidades Financieras, Germán Feldman y su segundo Pedro Biscay.

En cuanto al mecanismo de remoción, el presidente del Central puede ser despedido por decisión del Poder Ejecutivo. Claro que se necesita previamente un dictamen de una comisión bicameral del Congreso: debe integrarse por el presidente del Senado y el titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda y de Economía de la Cámara alta, además de los presidentes de la comisión de Presupuesto y la de Finanzas de la Cámara baja.

Por su parte, el massismo, a través del diputado Felipe Solá, ya anticipó que esa fuerza política dará todo su apoyo para el desplazamiento de Vanoli. En el PRO confían que será cuestión de pocas semanas.

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