El martes en el Consejo de la Magistratura de la Ciudad se firmó un protocolo dinámico que establece la implementación de la Ley 27.447 de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células. El presidente del Consejo, Alberto Maques; las juezas del fuero Penal, Contravencional y de Faltas, Graciela Dalmas y Natalia Molina; representantes del Instituto de Trasplante de la Ciudad, el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), el Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de Nación, la Dirección de Medicina Forense de la Ciudad junto a los portavoces del Catolicismo, Islam y Judaísmo suscribieron al documento.
A partir de enero de este año se hizo efectiva la transferencia de competencias y los jueces penales, contravencionales y de faltas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires deben resolver en relación a la Ley 27.447. El protocolo surge de esta realidad y ante la necesidad de simplificar y facilitar la intervención y comunicación de todos los operadores médicos y judiciales en la implementación de la ley para cumplir con los objetivos que regula la normativa. Para su creación se convocó a los profesionales de las instituciones involucradas en el procedimiento para que a través del diálogo y debate se establezcan mecanismos más idóneos para garantizar celeridad en el procedimiento, así como el cuidado de los derechos humanos (salud y vida) en lo que impacta en la implementación de la nueva norma.
Durante el encuentro, Alberto Maques agradeció la colaboración y la predisposición para el trabajo de todos los presentes y por “preservar sobre todo la vida y hacer que la gente mantenga la esperanza de que todos aquellos que asumen responsabilidad como ustedes están a la altura de las circunstancias”. Y agregó: “Es un placer poder firmar este protocolo junto a personas tan importantes que están todos los días luchando por la vida de los demás”.
La jueza Molina, quien coordinó las reuniones de trabajo para la creación del protocolo, destacó el rol de Maques. “Es un presidente que apenas se conectó con el problema, puso a disposición los medios para que este milagro que es el protocolo se pudiera ejecutar” afirmó.
Este documento establece una grilla de responsables que participan en el procedimiento de ablación; se detallan nombres, especialidad e información de contacto para que sea fácil identificar a las personas involucradas en el proceso. Esto contribuye a generar circuitos de comunicación fluidos, dinámicos y personales.