Aunque el año calendario arrancó hace ya dos meses, el año político, a su manera, comenzó este 1º de marzo, con el discurso de Alberto Fernández ante la asamblea legislativa. Es, también, el último año de su presidencia. Y la pregunta cae por sí sola: ¿dónde está parado hoy el mandatario?
Su situación política no es literalmente de abandono, pero sí de fuerte aislamiento. Los pilares que alternativamente lo fueron sosteniendo en su pelea con Cristina Kirchner que empezó casi desde que asumieron el Gobierno, lo terminaron dejando de lado. Podría citarse, entre otros, a algunos gobernadores, a la CGT y a los movimientos sociales. Todos, sugestivamente, se corrieron con la misma sensación: que Fernández prometía una cosa y no cumplía ninguna.
Pero quizá la separación más potente que sufrió el Presidente fue con la opinión pública. Así como había conseguido un apoyo inédito –incluso de votantes de Juntos por el Cambio- durante el arranque de la pandemia, los traspiés de su gestión y su exasperante ambigüedad política lo divorciaron de un amplio sector de la sociedad, que lo había adoptado con la desagradable novedad del Covid.
Una encuesta de Opina Argentina, la consultora que dirige el ex funcionario K Facundo Nejamkis, hizo un reciente relevamiento nacional. Allí midió las imágenes de los principales referentes del oficialismo y la oposición y el mandatario consiguió un triste récord: con 71%, fue el dirigente con mayor imagen negativa. Combinó 22% de valoración “mala” con 49% de “muy mala”.
Superó incluso a Cristina Kirchner, que terminó en – 70%, por 17% de “mala” y 53% de “muy mala”. Presidente y vice empataron el apoyo: 26% de positiva y completaron con 3% y 4% de “no sabe / no contesta respectivamente”.
Lo más preocupante para Fernández, de todos modos, llegó al momento de medir la intención de voto. Con imágenes parecidas, la ex presidenta lo supera claramente en la interna: 16% a 6%, más otro 6% de Sergio Massa. Total del Frente de Todos 28%, contra 38% de Juntos por el Cambio (16% de Horacio Rodríguez Larreta, 15% de Patricia Bullrich, 4% de Gerardo Morales y 3% de Facundo Manes).
Datos que alejan el proyecto reeleccionista de Fernández, a esta altura una jugada de supervivencia política más que una verdadera apuesta electoral.