El calendario judicial obligó a los partidos y dirigentes a inscribir las alianzas con las que competirán el 12 de septiembre en las PASO, lo que abrió el espacio para comenzar a indagar las preferencias del electorado.
En las últimas semanas se han conocido los estudios de varias encuestadoras que van desde las que trabajan para el oficialismo, otras que tiene entre sus clientes al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, otras que miden en los dos lados de la grieta y hasta de Universidades nacionales.
En esa variedad de analistas se refleja, en parte, la dispersión de algunos números. Pero también aparecen coincidencias, que dejan señales sobre el momento complejo que atraviesa la administración de Alberto Fernández, no sólo por la situación sanitaria sino también por el parate económico.
La evaluación de la gestión del Gobierno parece estar alcanzando un piso, luego de la caída incesante que sufrió desde mediados del año pasado. El balance hoy es negativo: el promedio de sondeos que midió la administración de los Fernández le da unos 40 puntos a favor y 60 en contra.
La baja de Fernández fue capitalizada por Rodríguez Larreta. El jefe de Gobierno porteño pasó a ser el top 1 en casi todas las mediciones nacionales de imagen. Y uno de los pocos que todavía ostenta el privilegio de tener más apoyos que rechazos.
En tanto que los dos emblemas de la grieta, no consiguen salir del fondo: tanto Cristina como Macri muestra un diferencial en contra de su valoración, con posiciones muy duras, tanto de los que los quieren como de los que los rechazan,
Las consultoras también indican en sus trabajos que ante la pregunta si en las PASO votaría oficialismo u oposición, los resultados indican que el piso del Gobierno está por debajo de los 48 puntos que consiguió en la última presidencial, la mayoría lo ubica en torno a los 30 o 35 puntos.
Pero los trabajos aclaran que un 50% o hasta 60% de intención de voto no oficialista no garantiza un triunfo opositor en los próximos comicios, porque no está claro cómo se repartirá ese electorado.
La provincia de Buenos Aires, con casi el 40% del electorado total es el escenario más observado, pero paradójicamente uno de los que muestra más dispersión en los números.
A nivel general, tanto los encuestadores como en las principales fuerzas parten de una hipótesis: parece casi imposible que el oficialismo repita la ventaja de unos 15 puntos que sacó en territorio bonaerense en la última elección. En el kirchnerismo se aferran a algunos estudios que le dan una brecha de entre 5 y 10 por ciento arriba. En la oposición, creen que el resultado puede ser un poco más parejo.
Por su lado, el escenario porteño parece el más claro. Todas las encuestas ubican a Juntos por el Cambio primero y al Frente de Todos en un lejano segundo puesto. Los números promedian que Juntos por el Cambio obtendría un 43% contra 28% del Frente de Todos. Es decir, una brecha media de 15 puntos.