A 20 años de las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001 en las que fallecieron 38 personas el Gobierno realizará un acto homenaje.
Cabe señalar que días atrás, el presidente Alberto Fernández se reunió con los familiares de las víctimas y prometió impulsar una ley de reparación.
La conmemoración, organizada por la Presidencia y los movimientos sociales afines al Gobierno, tendrá lugar el lunes 20, cuando se cumplan dos décadas del pico de los disturbios y la represión donde fallecieron 38 personas en todo el país.
Alberto Fernández descubrirá una placa con los nombres de los fallecidos, acompañado por ministros y dirigentes sociales, así como por los allegados de las víctimas que realizan hace 20 años una ceremonia recordatoria al recorrer los sitios de homenaje a los caídos en distintos puntos del casco histórico porteño.
El horario del acto del lunes no está definido, pero se proyecta para la tarde, a partir de las 16. Se espera que el jefe del Estado hile un discurso conmemorativo, pero cargado de simbolismo político, en un momento de crisis económica que se produce en simultáneo con las negociaciones con el FMI.
Fuentes del entorno presidencial indicaron a Infobae: “El Presidente quiere dar un mensaje de repudio a aquellos hechos y a lo grave de aquel momento social, y al mismo tiempo diferenciarlo de lo que está pasando ahora, para propiciar tiempos de paz”.
De todas maneras, se manejan otras alternativas y no se descarta evitar la Plaza de Mayo y trasladar el homenaje a Olivos, para descartar eventuales choques o desmanes de la izquierda, que marchará masivamente el mismo día.
Infobae recuerda que si el acto se realizara efectivamente en la Plaza de Mayo, se trataría del tercer desembarque de Alberto Fernández, en ese terreno político por excelencia. Las dos primeras fueron los actos partidarios por el Día de la Militancia, el 17 de noviembre; y por el Día de la Democracia y los Derechos Humanos, el 10 de diciembre.
En el primero, organizado por los movimientos sociales y la CGT, fue el único orador. En el segundo, La Cámpora tuvo mayor protagonismo de la mano de la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien brindó un mensaje de condicionamiento sobre los términos del acuerdo con el FMI.