Cuando están a punto de cumplirse 20 años del secuestro y asesinato del fotógrafo de la revista Noticias José Luis Cabezas, uno de sus asesinos, el expolicía Gustavo Prellezo, fue beneficiado con una libertad que, ni bien fue conocida generó, polémicas variadas.
En un fallo que fue firmado por los jueces Fernando Sotelo y Susana Miriam Yaltone, integrantes de la Cámara de Apelaciones y Garantías de Dolores, Prellezo fue favorecido con la libertad condicional.
De esta manera, el único de los asesinos de Cabezas que queda en prisión es Sergio González, aunque está preso por otra razón. Éste estuvo en libertad condicional entre 2005 y 2015, cuando fue apresado por integrar una banda de narcotraficantes y ésa fue la causa de su regreso a la prisión.
Los jueces coincidieron en que Prellezo, que goza de la libertad condicional con arresto domiciliario desde 2010, cumplió con los requisitos de la ley para disfrutar de ella, aunque la condena en su contra aún no está firme desde que aún está pendiente de resolución un recurso de queja interpuesto por los defensores del expolicía ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación luego de que ésta declarara inadmisible un pedido de libertad basado en la vigencia del “2×1”, que estaba vigente en la época en que fue juzgado y condenado.
Por esa razón es que los camaristas le concedieron a fines de diciembre pasado la excarcelación en los términos de la libertad condicional. Además, los camaristas destacaron en su fallo la “superación personal” de Prellezo, que se recibió de abogado, realiza actividad física, trabaja como gestor desde su domicilio, concurre a la Iglesia Adventista, se casó y tuvo un hijo.
Después del fallo de la Cámara de Dolores y de que se resuelva su recurso de queja ante la Corte, en cinco años, Prellezo podrá recuperar la plena libertad.
Cabezas fue asesinado el 25 de enero de 1997 después de asistir a la fiesta de cumpleaños del empresario postal Oscar Andreani, ubicado en Pinamar. Al salir del sarao, según la Justicia, el fotógrafo fue capturado en un operativo que fue supervisado por los policías Aníbal Luna y Sergio Camaratta. Luego fue transportado hasta una cava situada en un camino rural de General Madariaga, en donde Prellezo lo asesinó de dos tiros en la cabeza. Luego lo subió al auto en el que se movilizaba, lo roció con combustible y lo puso a arder.
El juez de Dolores que llevó adelante el juicio, José Luis Macchi, acusó al empresario Alfredo Yabrán como autor intelectual del crimen y a su jefe de seguridad, Gregorio Ríos como autor inmediato. Yabrán se suicidó el 23 de mayo de 1998 en una de sus estancias en Entre Ríos, antes de que el juicio lo alcanzara y Ríos se encuentra en libertad condicional desde 2008.
También fueron condenados entonces los integrantes de una banda de delincuentes del barrio Los Hornos de La Plata, José Luis Augé (liberado en 2004), Héctor Retana (murió de SIDA en la cárcel en 2001), Sergio González (liberado en 2005, apresado en 2015, hoy preso) y Horacio Braga (liberado el 25 de enero de 2007).
Luna, Camaratta, el comisario de Pinamar de entonces, Alberto “La Liebre” Gómez y el propio Prellezo fueron los exponentes de la familia policial que fueron condenados para la ocasión. Excepto, Prellezo, todos ellos fueron liberados entre 2007 y 2010.