El precandidato presidencial Mauricio Macri cenó en la noche del miércoles con el intendente de la ciudad de Neuquén, el radical Horacio “Pechi” Quiroga, y compartirá este jueves una recorrida de campaña por las calles de Villa La Angostura, donde el jefe de Gobierno porteño pasa sus vacaciones con su familia.
En Neuquén, las principales fuerzas opositoras a nivel nacional se encolumnaron detrás de la candidatura a gobernador de Quiroga. ¿Será una experiencia piloto para una eventual unidad opositora a nivel nacional? Parece poco probable. Los motivos de la alianza opositora tienen una explicación más local que nacional: “Pechi” Quiroga intenta poner fin a una hegemonía de 50 años del Movimiento Popular Neuquino (MPN), en el poder desde que en 1963 Felipe Sapag consiguiera la gobernación.
Según informó el diario Ámbito Financiero, Quiroga afirmó que intentará “armar una lista para ganar y gobernar”, lo que implicará “un gesto explícito de unidad en todas las fuerzas políticas”, con una boleta en la que “habrá espacio para todas las fuerzas opositoras”. Quiroga es un hombre cercano al precandidato radical Julio Cobos, pero para impulsar su postulación consiguió el apoyo, además del macrismo, del Frente Renovador de Sergio Massa y del sector de la Unión Cívica Radical liderado por Ernesto Sanz.
Si bien el Frente para la Victoria tendrá candidato propio para la gobernación, los legisladores del MPN en el Congreso Nacional suelen acompañar las iniciativas del gobierno, tanto a la hora de prestar quórum como al momento de las votaciones.
Neuquén será la primera prueba del año para esta suerte de “alianza opositora”: si bien la provincia de Salta es la que inaugurará el calendario electoral, allí la contienda se dirimirá entre dos “versiones” del peronismo: el gobernador Juan Manuel Urtubey, que buscará la reelección por el FpV, y el binomio Juan Carlos Romero – Alfredo Olmedo, alineado al Frente Renovador.