El macrismo busca asegurarse el apoyo de Sergio Massa de cara a un eventual balotaje. Y es por eso que los canales de diálogo permanecen abiertos, pese a que en las elecciones generales tanto Mauricio Macri como el ex intendente de Tigre deberán enfrentarse, como consecuencia de la resistencia del PRO a realizar una gran PASO opositora que permita aunar fuerzas contra el kirchnerismo.
El primero en reconocer la posibilidad de entendimiento entre ambos frentes (Cambiemos y UNA) fue Jorge Macri. El intendente de Vicente López y jefe de campaña de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires habló sobre un hipotético “acuerdo republicano”.
En esa línea, este martes, el Macri presidenciable apuntó en declaraciones radiales que si bien quiere “ser respetuoso” y “el primer partido termina el 25 de octubre”, “esto no quiere decir que no exista diálogo, o que no se profundice”.
“Nosotros siempre buscamos puntos de coincidencia. El diálogo es nuestro principal motor y una de las diferencias que marcamos con el Gobierno, que piensan que ellos solo pueden opinar de todos los temas”, destacó.
La idea de que Macri y Massa rivalicen en octubre para aliarse en un eventual balotaje apunta a ponerle un techo a las aspiraciones presidenciales de Daniel Scioli. Ya que, de bajarse el líder del Frente Renovador de las generales de octubre, le allanaría el camino al gobernador bonaerense para suceder a Cristina Kirchner. No en vano, Alberto Fernández, jefe de campaña del ex titular de la ANSES recordó este fin de semana que “muchos votantes de Massa no votarían a Macri”, sino a Scioli “o en blanco”.
