Después de 32 años sin cambios formales, los contenidos de 10 de las 24 materias del Ciclo Básico Común (CBC) de la Universidad de Buenos Aires (UBA) fueron actualizados y ahora incluyen como temas obligatorios teorías, problemáticas, análisis y herramientas del siglo XXI.
Además de ofrecer una mirada más actual, atravesada por la tecnología y los nuevos fenómenos sociales, con los cambios se busca articular mejor las asignaturas con el trayecto posterior de la carrera elegida por cada estudiante. Las modificaciones empezarán a regir desde el próximo cuatrimestre.
Las materias que cambiarán sus contenidos son: introducción al pensamiento científico, introducción al conocimiento de la Sociedad y el Estado, Sociología, Semiología, Antropología, Química, Filosofía, Álgebra, Análisis Matemático y Física. Mientras que las restantes 14 asignaturas pasarán por un proceso de revisión para que durante todo el año próximo se consensúen los nuevos contenidos.
Si bien en la práctica varios profesores habían renovado sus programas clase a clase, la UBA no actualizaba desde 1985 -cuando se creó el CBC- los denominados “contenidos mínimos”, que son los temas que de manera obligatoria se deben transitar durante la cursada. Eso es sin tener en cuenta la libertad de cátedra que conserva cada profesor para elegir los autores y el material con el que trabajará. “Se incorporan matices y temas que hace 30 años no eran prioritarios o directamente no existían”, afirmó Jorge Ferronato, director del CBC, que para el ciclo del año próximo espera alrededor de 56 mil inscriptos que se sumarán a los 30 mil que están cursando actualmente y suelen necesitar un año más para aprobar las seis materias obligatorias.
En introducción al conocimiento de la sociedad y el Estado, que junto con introducción al pensamiento científico son las dos materias transversales a todas las carreras de la universidad, se abordarán los movimientos sociales que canalizan demandas, la protesta social y el impacto de las tecnologías de la información y la comunicación en la evolución de las sociedades. “Cambió el enfoque y la mirada surgida en los ochenta. Los contenidos mínimos abren nuevos temas, como el envejecimiento social, populismo, neopopulismo y la reforma constitucional de 1994, entre otros. Mejora la inserción del estudiante en las carreras específicas, que ya fueron actualizadas”, consideró Fernando Pedrosa, profesor de Sociedad y Estado.
En sociología, por ejemplo, se agregan configuraciones de la sociedad moderna, como el concepto de modernidad líquida, caracterizado por la incertidumbre, los cambios de empleo y de posición social. “Nuestros alumnos tienen por delante su biografía. Esto lleva a que la materia también aspire a funcionar como un espacio reflexivo, fuertemente anclado en las complejidades de la actualidad”, opinó Ernesto Meccia, docente de sociología.
Semiología es probablemente una de las materias que más se renovaron, impulsada por la forma en que las nuevas tecnologías complejizaron el lenguaje. “El objetivo debe ser volver a mirar al mundo desde la crítica al partir de las herramientas básicas, pero analizando lenguajes complejos, que incluyen palabras, movimiento, imagen y sonido”, consideró Lorena Verzero, docente de semiología.
Discusiones
La renovación de las materias fue un trabajo artesanal y de consenso que no resultó sencillo. Empezó a principios del año pasado, cuando se crearon comisiones integradas por los secretarios académicos de la UBA, el CBC y las 13 facultades. Cada una de estas últimas, en tanto, consultó a los docentes para elaborar un perfil del estudiante que pretendía recibir del CBC. Hubo tensiones entre las facultades, como la de Medicina, que buscaba que química tuviera un abordaje más orgánico y la de Ciencias Exactas y Naturales proponía una mayor carga inorgánica. O la de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, que aspiraba a que matemática hiciera más hincapié en lo aplicado e Ingeniería pretendía una mirada básica.
“Se llegó a un consenso y los contenidos mínimos de las 10 materias fueron renovados”, festejó Catalina Nosiglia, secretaria académica de la UBA. Efectivamente, los cambios fueron aprobados por el Consejo Superior de la universidad, donde confluyen autoridades de las facultades y representantes docentes y estudiantiles. Aunque con ciertas críticas por la limitación en la participación de las comisiones que promovieron los cambios, la gremial docente Feduba y la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) consideraron necesaria la reforma. “Además de necesarios son pertinentes. Reconocemos que hubo consulta a los docentes, pero no de manera institucionalizada”, señaló Federico Montero, secretario general de Feduba. “Los cambios son correctos, pero superficiales. No se han abordado discusiones profundas, como definir si el CBC es el primer año de la carrera o un ciclo nivelador. Hoy está a mitad de camino”, señaló Ezequiel Galpern, consejero superior de la UBA en representación de los estudiantes.
Al consultar a los alumnos, prácticamente ninguno estaba al tanto de los cambios, pero tienen una mirada positiva. “Estoy cursando pensamiento científico y tiene dos unidades, una de ejercicios de lógica y otra donde vemos distintos autores. Pero es muy abstracto el abordaje. Me parece interesante poder trabajar sobre experiencias científicas concretas”, consideró Nicolás Milano, de 18 años y alumno de Abogacía.