Este martes, durante la reunión de Comisión en la que se dieron de baja tres de los decretos de necesidad y urgencia de Mauricio Macri, distintas organizaciones deportivas se unieron para que se dé marcha atrás con uno de los DNU que planteaba la eliminación de la Secretaría de Deportes y crear así la Agencia de Deporte. “Deportistas, organizaciones, clubes de barrio y diferentes instituciones deportivas comulgamos en la necesidad de organizarnos y expresar nuestro descontento”, expresó durante el debate el comunero de la 15 German Palladino, que tuvo un papel primario en la sesión de la Comisión Bicameral.
Fueron diferentes las actividades que se realizaron a lo largo de estos días decisivos, desde la publicación y hasta su reciente definición y rechazo del DNU. El jueves 7 de febrero, deportistas, técnicos, profesores, vecinos y vecinas se autoconvocaron para realizar un abrazo al Cenard, predio que, con la validez del DNU, correría grave peligro de continuar. Con una gran convocatoria que contó con el apoyo de diferentes sectores se expresó un llamado de atención para el Gobierno que, además de contar con la comunidad deportiva, veía manifestando su rechazo también a la comunidad educativa; gran cantidad de docentes se encontraban presentes manifestando su descontento ya que, dentro del predio, funciona el Instituto Romero Brest, centro educativo al que asisten muchos deportistas de todo nuestro país.
“Toda la comunidad deportiva se comprometió para expresar el rechazo; confluimos de diferentes espacios, pero con una idea y un objetivo claro. Queremos participar de la discusión sobre las reformas que prevé el Gobierno para el deporte argentino. Es importante que todos los cambios se den en un ámbito de consenso y respetando a cada una de las voces que se ven condicionadas”, expresó Palladino, que se mantuvo trabajando a lo largo de estas semanas para que el DNU no sea validado sin contar, previamente, con la presencia de todo el deporte argentino.
Este martes, en la Comisión Bicameral, se trató el decreto 92/2019 y otros decretos que también estaban incluidos en la agenda legislativa. En los alrededores del Congreso se desarrollaba una jornada deportiva que, bajo el lema “Mil banderas por el deporte argentino”, buscaba concientizar a la gente de la importancia del debate que se realizaba puertas adentro. Con gran cantidad de deportistas practicando diferentes disciplinas y personalidades del deporte se vivía un clima de lucha y esperanza para la resolución que debían dar los representantes dentro del recinto. Puertas adentro, cada voto era importante para el resultado que podía validar o invalidar la disposición del Gobierno. Víctor Lupo, dirigente del Movimiento Social del Deporte, y Palladino tuvieron una reunión con Cristina Fiore Viñuales, senadora por Salta, que tenía un voto decisivo ya que todo indicaba que, hasta ese momento, no se contaba con los votos necesarios para invalidar la disposición.
“Era importante juntar la voluntad de todos los senadores y diputados que podían expresar nuestra postura y manifestar el rechazo a este DNU. Si bien esto continúa, hoy demostramos que pudimos dar este primer paso, de consenso y responsabilidad para con todo el deporte”, finalizó Palladino.
Ahora queda que el mismo se eleve a ambas cámaras, que deberán darle inmediato tratamiento.
Toda la atención estaba puesta en el Congreso, la Comisión Bicameral debía tratar el DNU 92/2019 mediante el cual se modificaba la Ley del Deporte para crear la Agencia de Deporte Federal. En el Salón de las Provincias, en el primer piso del Senado, diputados y senadores reunidos debían resolver si validaban o no la disposición del Poder Ejecutivo. La comunidad deportiva dio el presente y, en los alrededores, desarrollaron diferentes actividades deportivas que buscaban manifestar un rotundo rechazo.
A finales de enero del corriente año, el Poder Ejecutivo publicaba, en el Boletín Oficial, un DNU que generaba mucha polémica en la comunidad deportiva. Argumentando la necesidad de “una gestión más eficiente”, el actual Gobierno disponía de la creación de una Agencia del Deporte Federal, que, reemplazando y degradando a la actual Secretaría de Deporte, buscaba poner a disposición de una posible concesión terrenos que son, sobre todas las cosas, lugares de entrenamiento para miles de deportistas de nuestro país. Denunciando que la medida escondía, tras de sí, la intención de privatizar nuestro deporte y emplear terrenos de gran valor inmobiliario y extensión en un futuro negocio económico, toda la comunidad deportiva salió a expresar su indignación.