A casi un mes de abandonar la gobernación de la Provincia de Buenos Aires y luego de volver de sus vacaciones, María Eugenia Vidal volvió a mostrarse en el escenario político y se reunió con cinco interlocutores. El encuentro se dio en el marco de la negociación con la administración del actual mandatario bonaerense Axel Kicillof y durante la aprobación de la ley impositiva.
Vidal pasó dos semanas en Europa acompañada de su pareja Enrique Sacco. Desde allí, la exgobernadora mantuvo línea abierta con los intendentes Néstor Grindetti (Lanús), Jorge Macri (Vicente López) y Julio Garro (La Plata), con los presidentes de los bloques en e senadores y diputados provinciales, Roberto Costa y Maximiliano Abad, respectivamente, y con su mano derecha y hombre de máxima confianza, el exjefe de gabinete Federico Salvai, quien está de vacaciones en Uruguay pero se mantuvo hiperactivo en los últimos días, según reveló el medio La Nación.
Desde el entorno de la exmandataria provincial indicaron que “se logró una ley de consenso”, pese a las críticas que había lanzado Axel Kicillof y a su enojo con la oposición por los cambios que se le introdujeron a la ley.
Grindetti manifestó que “hay espacio para llegar a un acuerdo porque conceptualmente estamos de acuerdo en la necesidad de una progresividad”. Y dijo que el porcentaje de aumento del Impuesto Inmobiliario de 75% “es alto”. Pese a que el jefe comunal no quiso arriesgar una cifra, resaltó que “el sistema debe ser progresivo”.
“Nosotros planteamos la necesidad de que el pueblo se entere y de hacer modificaciones”, señaló el jefe del bloque de Juntos por el Cambio, Roberto Costa, apenas comenzó con su turno en las intervenciones. Las trabas que habían planteado los opositores fueron retocadas por los representantes del FdT, como el Impuesto Inmobiliario, que ya había llegado modificado en el proyecto que envió el gobernador. El otro punto sobre el que habían puesto reparos era el de las alicuptas a Ingresos Brutos en las explotaciones portuarias, finalmente reducidas en un cincuenta por ciento. “En esta no podemos sostener privilegios. La mirada tiene que estar en los que menos tienen”, apuntó Bozzano al finalizar su intervención. La votación finalmente fue unánime, sin defensa ni argumentación de los votos.