Un reciente estudio del Centro RA de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) ha mostrado que en los últimos meses, Argentina ha experimentado una notable apreciación del tipo de cambio real, lo que ha afectado directamente el costo de vida de sus habitantes. En este contexto, el salario mínimo expresado en dólares ha disminuido un 33%, lo que ha impactado la capacidad de compra de productos básicos y ha incrementado el costo de vida en comparación con otras naciones.
“Este fenómeno, denominado atraso cambiario, se produce cuando la moneda local no se deprecia al mismo ritmo que la inflación interna o la caída de las monedas extranjeras”, señala el estudio, que también añade: “Esto provoca un desajuste entre el valor nominal del peso y su verdadero poder adquisitivo. Aunque puede ofrecer una aparente estabilidad a corto plazo, también encarece las exportaciones, fomenta las importaciones y disminuye el ingreso real de los sectores más vulnerables”.
En la misma línea, señala que al inicio de la gestión de Javier Milei se implementó una devaluación de más del 54% en el tipo de cambio oficial, lo que inicialmente provocó un aumento equivalente en el tipo de cambio real, mejorando la competitividad de la economía.
“Sin embargo, debido a la fuerte inflación generada por esta medida y la desregulación de precios, el tipo de cambio real se apreció nuevamente, registrando una caída del 29% entre enero de 2024 y enero de 2025, como resultado, el tipo de cambio real se ubicó por debajo del nivel previo a las elecciones presidenciales”, consigna el relevamiento.
Una forma de medir el efecto de la devaluación y la subsiguiente disminución del poder adquisitivo en dólares es observando el comportamiento del salario mínimo expresado en esta divisa. Después de la devaluación inicial implementada por el gobierno de Milei, el salario mínimo en dólares se redujo en más del 40%. Esta disminución se acentuó en los meses posteriores, ya que la inflación local superó tanto el cambio en los precios internacionales como el tipo de cambio nominal.
Aunque desde junio de 2024 se ha notado una leve recuperación gracias a los aumentos en el salario mínimo, para enero de 2025 la caída acumulada en dólares continúa siendo considerable, alrededor del 33%. En términos específicos, el salario mínimo pasó de 413 dólares al inicio de la administración a 275 dólares en la actualidad.
Poder adquisitivo y alimentos
La disminución del salario mínimo en dólares, junto con la inflación en esta moneda, ha impactado de manera drástica el poder adquisitivo de los grupos más vulnerables de la población. Al evaluar la capacidad de compra de los productos básicos, se revela que en enero de 2025, con un salario mínimo se pueden obtener 102 kilos de harina, lo que marca una disminución en comparación con el inicio de la gestión.
Además, se tiene la posibilidad de adquirir 22 kilos menos de pollo, 126 litros menos de leche, 26 kilos menos de pan y 56 litros menos de aceite de girasol.
En este contexto, el retraso cambiario ha incrementado de manera notable el costo de vida en Argentina en comparación con otras naciones. Esto se pone de manifiesto al examinar el poder adquisitivo de productos esenciales como la leche y los huevos. Mientras que en España, con un salario mínimo, se pueden comprar alrededor de 1170 litros de leche, en países vecinos el promedio es de casi 430 litros, mientras que en Argentina se logra adquirir menos de 200 litros.
En lo que respecta a los huevos, el salario mínimo en Argentina permite comprar, en promedio, un 78% menos que en otras naciones de la región y un 418% menos en comparación con España. Otro aspecto notable es el costo de la vestimenta, ya que Argentina presenta uno de los precios más elevados del mundo en este sector, convirtiendo el acto de vestirse en un verdadero reto.
Por ejemplo, al comparar la cantidad de jeans Levi’s para mujer que se pueden adquirir con un salario mínimo, en los países europeos analizados es posible conseguir alrededor de 19 jeans, mientras que en la región el promedio se sitúa en 8. En Argentina, no obstante, esa cifra no alcanza a 2. Esto se debe a dos factores clave: el salario mínimo en dólares es extremadamente bajo y el precio de los jeans casi duplica el de los países estudiados.