Convencidos de que el rival a vencer en las próximas elecciones será el jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, el sciolismo -por propia instrucción del gobernador- decidió salir a jugar fuerte contra el líder del PRO.
En primera instancia, Scioli le encomendó al presidente del Banco Provincia, Gustavo Marangoni, que levante el perfil y recorra la ciudad de Buenos Aires, con el fin de instalarse como posible sucesor de Macri. Mientras que, por otra parte, desde lo discursivo, tanto el bonaerense como sus seguidores comenzaron a abandonar la “corrección política” para marcarle la cancha al macrismo.
El planteo suena lógico si no fuera porque quien hoy por hoy lidera las encuestas es Sergio Tomás Massa, referente del Frente Renovador. Por lo que con este “ninguneo”, Scioli busca polarizar con su amigo “de hace 30 años” a quien sabe que, en una eventual segunda vuelta, vencería sin demasiadas complicaciones.
Es por esto que, colgados del brote de patriotismo que surgió a raíz del conflicto entre la Argentina y los fondos buitre, los jóvenes sciolistas de “La Ola Naranja” difundieron un fotomontaje en el que Mauricio Macri es tildado de “buitre”, en tanto que su referente es mostrado como el hombre capaz de construir “la gran Argentina”. Por lo que puede inferirse que lejos de ese modo zen que caracteriza al sciolismo, en la campaña de cara a las próximas presidenciales nadie regalará nada.
