Tras el anuncio oficial de la Emergencia Sanitaria en Argentina, a raíz de la pandemia COVID-19, el Gobierno decidió derivar 1.700 millones de pesos del presupuesto nacional a la compra de insumos, contratación de personal y gastos operativos en materia de salud.
En respuesta, desde la Cámara de Entidades de Medicina Privada de la República Argentina (CEMPRA) afirmaron: “Era un gasto no previsto. El Gobierno nacional hoy da cobertura de salud aproximadamente al 30 por ciento de la población argentina. El resto se atiende en la seguridad social (obras sociales) y el sistema privado, mutuales y prepagas. Para este sector, la preparación para la atención de un gran número de pacientes con coronavirus también es un gasto no previsto. Pero en este caso, la suma (de hacerse en paralelo con el sector público) debería ascender a 4.000 millones de pesos”.
“Aún no sabemos la magnitud de la respuesta que deberá dar el sector privado en los próximos días. Lo que sí es evidente hoy es el estado de deterioro en que las sistemáticas medidas de desfinanciamiento dejaron a obras sociales y prepagas, casi sin capacidad de reacción”, agregaron.
Asimismo, recalcaron que “tal vez de una situación extrema como la actual podamos aprender que necesitamos un sistema de salud fuerte, sólido, eficiente y solidario para poder dar respuesta ante las amenazas sanitarias reales, aquellas que ponen vidas en riesgo. Debemos de aquí en más cuidar el interés común, estableciendo las prioridades de cobertura con criterio sanitario y no por la habilidad de estudios de abogados o el lobby de algunos laboratorios”.
Por último, desde la Cámara afirmaron que la entidad ha ofrecido al Ministerio de Salud su colaboración ya que, “además de la atención de casos, podemos ser instrumento para orientar y contener. Los efectores privados somos una herramienta más de la organización sanitaria. Por lo tanto, estamos a disposición para la contención de esta pandemia”.