La Ley de Emergencia Laboral, más conocida como “ley antidespidos”, avanzaría este miércoles a paso redoblado si, como se espera, la Comisión de Legislación del Trabajo emite su dictamen favorable al proyecto aprobado el 20 de abril pasado en Diputados. En caso de votarlo con observaciones, el proyecto volverá a Diputados para su ratificación definitiva.
La semana pasada, la cámara baja aprobó un proyecto de la oposición para declarar la “emergencia ocupacional entre el 1 de marzo de este año y el 31 de diciembre de 2017”, con prohibición de despedir en ese período o, en caso de que el despido sea inevitable, el trabajador tendrá derecho a la doble indemnización.
El interbloque de Cambiemos, por su parte, emitió un despacho de minoría.
Este miércoles a las 15:30 sesionará la Comisión de Legislación del Trabajo del Senado, a solicitud de los senadores Daniel Lovera y Norma Durango (PJ-La Pampa); Adolfo Rodríguez Saá (Compromiso Federal-San Luis); Guillermo Pereyra (MPNeuquino); Juan Manuel Abal Medina, Juan Manuel Irrázabal y Marina Riofrío (PJ-FpV).
El viernes pasado, la conducción del bloque mayoritario había decidido avanzar con la aprobación del proyecto ante la solicitud en tal sentido de las cinco centrales sindicales y de la propia expresidente Cristina Fernández de Kirchner que la semana pasada se reunió con 21 de los integrantes del bloque peronista y se mostró favorable a la iniciativa.
El mismo viernes, en la reapertura de la avícola Cresta Roja, Mauricio Macri terció en la discusión, advirtiendo que “no se genera empleo impòniendo leyes arbitrarias”.
El presidente declaró luego que “esta Argentina es distinta porque aprendimos de nuestros errores y no los vamos a repetir. Ya probamos en 2002 con leyes que prohibían y eso no trajo más trabajo, destruyó trabajo”.
En sus palabras, más allá de toda duda, radicaba su intención de vetar la ley, en el caso de que supere todas las instancias parlamentarias.
En las vísperas del tratamiento del proyecto en el Senado, que se producirá este miércoles, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, expresó que “tenemos que poner el foco en la generación de puestos de trabajo, esto, a un empleador le incrementa el costo de trabajo, entonces retrae al empleo”.
El ministro afirmó a continuación que “tenemos del 35 al 40% de trabajo informal”, por lo que la “atención está puesta ahí”, en el camino a lograr el índice “pobreza cero”, que Macri ubicó como su principal promesa de campaña.
Triaca se mostró partidario de que exista “un escenario de inversiones”, a causa de que “el crecimiento del empleo no se da de un día para el otro”.
De todos modos, el ministro reconoció que “hubo una caída significativa” en el empleo en el rubro de la construcción y que “hay sectores que tienen complejidades. Desde agosto no se pagaba la obra pública, el sector autopartista por la caída de Brasil, también ha sufrido, pero ahí estuvimos entregando REPROS”, el susidio que creó el anterior gobierno para evitar despidos.
De todos modos, todas estas afirmaciones, desmentidas, refutaciones y construcciones son sólo de orden gramatical, porque ni bien salga de la fragua del Senado, el proyecto será vetado por el presidente Mauricio Macri, convirtiendo la discusión en un intercambio de frases sin sentido político.
Lo mismo, más allá de todo, el propio presidente pagará el costo político de vetar otra ley que favorece a los sectores de menores recursos, reforzando la imagen que creó de él la oposición, la de un hombre rico e insensible a los reclamos de los pobres.