Apenas unos días después de haber señalado que tenía dudas respecto de que el Memorándum con Irán sea un pacto de impunidad y de asegurar que “no puede ser que la comunidad judía encabece el litigio”, el presidente de la AMIA, Agustín Zbar, admitió como un error sus dichos y su accionar y le pidió a la dirigencia de la mutual judía una licencia “indeclinable”.
“Entendí erróneamente que era mejor para preservar a la comunidad de una contienda política de orden nacional, que esa causa en etapa de juicio oral prosiguiera sin la participación de la comunidad como querellante. Por eso impulsamos ese pedido a la DAIA. Muy lejos de mis intenciones estuvo lavar la responsabilidad de los asesinos y todos sus cómplices. Solo perseguía enfatizar que en el futuro fuera el propio Estado quien persiga las condenas”.
Al mencionar “el pedido a la DAIA”, Zbar refiere a que una de las cuestiones que levantó más polvareda esta semana fue su solicitud a la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas para que se aparta de la querella derivada del acuerdo entre Argentina e Irán. La principal acusada por aquel Memorándum es la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Según la investigación del fallecido fiscal Alberto Nisman, aquel documento era un pacto de impunidad, a partir del cual se levantarían las alertas rojas que pesaban contra los iraníes acusados por la voladura de la AMIA. “Asumo absolutamente la responsabilidad del error cometido, pido nuevamente disculpas e informo que, al mismo tiempo, he solicitado de manera indeclinable una licencia por tiempo indefinido en mi rol como presidente de la AMIA, para que mis compañeros de Comisión Directiva puedan continuar trabajando con total libertad y no entorpecer el accionar cotidiano de la institución”, concluye la carta enviada por Zbar a las autoridades mutuales.
