A poco menos de un mes para las elecciones del próximo Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), quien reemplazará a Luis Almagro, el ambiente electoral comienza a tomar densidad política en los alrededores de esta entidad regional ubicada en Washington.
La selección del reemplazo de Almagro se llevará a cabo el 10 de marzo. Para ser elegido secretario general, el candidato debe lograr el apoyo de la mayoría simple de los Estados miembros del organismo multilateral, es decir, 17 votos de un total de 32 países actualmente activos.
En ese marco, el canciller paraguayo Rubén Ramírez y el ministro de Relaciones Exteriores de Surinam, Albert Ramdin, que tienen miradas contrapuestas respecto a la agenda geopolítica actual.
Ramírez refleja la visión global de la administración republicana de los Estados Unidos. Disfrutó de una cena con Trump en Mar-a-Lago, rechazando las dictaduras en Venezuela, Cuba y Nicaragua, respalda a Israel ante Hamas e Irán, y considera crucial detener la expansión de China en América Latina, teniendo a Paraguay como el aliado principal de Taiwán en Asia.
Ramdin y Ramírez comenzarán su lucha diplomática al presentar sus programas institucionales ante el Consejo Permanente de la OEA. El canciller de Surinam dará inicio a las sesiones, seguido por el ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay.
La presentación de Ramdin y Ramírez finalizará con una ronda de preguntas que llevarán a cabo los embajadores de todos los países que forman parte de este foro regional. Las presentaciones ya están en marcha en este lunes (fotos) en la sede de la OEA
El ministro de Relaciones Exteriores de Surinam podría encontrarse en una encrucijada complicada: hace unos años, mientras ocupaba un alto cargo en la OEA, protagonizó un caso legal que impactó su reputación diplomática. A raíz de ese antecedente, Ramdin será cuestionado en el Consejo Permanente.
Las diferencias de las propuestas
El enfoque fundamental de Ramírez en relación a su plan en la OEA se centra en establecer “un diálogo continuo” con los países miembros y asegurar los recursos esenciales para el funcionamiento del organismo multilateral.
Por su parte, Ramdin sugiere restablecer “la confianza en la institución”, aunque al mismo tiempo se comprometió a asignar posiciones clave dentro de la burocracia de la OEA a sus aliados políticos.
Los apoyos
Las variadas posturas ideológicas de Ramdin y Ramírez influyen en las alianzas de los países que forman parte de la OEA.
El ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay cuenta con el respaldo de Argentina y El Salvador, por mencionar algunos, mientras que el titular de Surinam recibe apoyo de varios países de Centroamérica que obtienen petróleo a precios muy bajos de Venezuela, financiamiento accesible de China y datos de inteligencia provenientes de Cuba. Ramdin afirma que goza del apoyo total de la Comunidad del Caribe (CARICOM), aunque los últimos datos indican que esa región ya estaría quebraba y el canciller paraguayo tendría 6 a 7 votos confirmados en ese ámbito.
No confían en la candidatura de Ramdin, de un país chico, un país sin influencia y un candidato con una historia desgastada en la OEA, y con demasiados rechazos.
Además, el secretario de Estado, Marco Rubio, realizó una visita rápida a Centroamérica, dejando claro su mensaje político: rechazo a las dictaduras, lucha contra los delitos transnacionales y confrontación directa a la creciente influencia de China en la región.
Brasil, México, Colombia y Chile aún no han manifestado su intención política, y Ramírez y Randim ya han mantenido diálogos con destacados funcionarios que laboran bajo las órdenes de Lula da Silva, Claudia Sheinbaum, Gustavo Petro.
En los corrillos diplomáticos es un secreto a voces la poca influencia del colombiano, considera que perdió perdió el norte y el control. Ya la propia izquierda lo abandonó por sus delirantes planteos.
En todos los casos, desde Santiago de Chile hasta la Ciudad de México, la respuesta fue la misma: precaución antes de declarar el respaldo electoral. La estrategia diplomática de los países que se consideran indecisos está conectada con la agenda geopolítica de Trump. Estados Unidos ya ha alterado el paradigma ideológico en la OEA, al decidir detener todos los fondos destinados a proyectos especiales, y México, Brasil, Colombia y Chile se ajustarán a sus intereses regionales.
La palabra del presidente de Paraguay
“Hoy Paraguay tiene los votos para que Rubén Ramírez sea el próximo Secretario General de la OEA”, afirmó el gobernante al intervenir en el Foro Económico Internacional América Latina y el Caribe 2025, organizado por CAF- Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe en Panamá, donde Peña está de visita desde el martes.
El mandatario dijo que se siente “súper optimista” con las opciones de que el representante de Paraguay lidere la OEA, una carrera a la que Surinam también ha presentado la candidatura de su actual canciller, Albert Ramdin.
“Yo creo que el canciller de Paraguay, Rubén Ramírez, es el mejor, tiene una mente (y) una experiencia muy amplia”, resaltó Peña sobre el jefe de la diplomacia de Asunción, cuya candidatura anunció en junio del año pasado durante la 54 Asamblea General de la OEA celebrada en su país y fue formalizada en septiembre pasado.
El candidato de Costa Rica con malos antecedentes
Otro de los candidatos anotados para la sucesión de Almagro en la OEA es el ministro de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica, Arnoldo André Tinoco, quien está acusado y siendo investigado por la justicia por haber fundado, financiado y administrado una estructura paralela en campaña del mandatario Rodrigo Chaves.
El informe de investigación realizado por el Departamento de Financiamiento de Partidos Políticos del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), reveló que registra los aportes económicos y papel protagonista que tuvo André en dicho esquema.