El año electoral arrancó a pleno en enero y Mauricio Macri habló de la alianza de un ex aliado suyo, Francisco De Narváez, quien se sumó como precandidato a gobernador a las filas de Sergio Massa.
“Les deseo suerte, nada más”, fue la seca respuesta del jefe de Gobierno, respecto a la foto de los dirigentes. Pero luego agregó, en clara crítica a los cambios del colorado: “Lo que nosotros hemos mostrado es una coherencia, siempre estuvimos en el mismo lugar”.
En las legislativas de 2009, Macri y de Narváez fueron aliados en Unión-PRO, con la que superaron a la fórmula K encabezada por Néstor Kirchner, Daniel Scioli y que incluía también a Massa.
Por eso, al ser consultado en radio Mitre respecto a su antiguo aliado, Macri respondió que “de 2009 a hoy ya estuvo con un montón de gente, llamalo a Alfonsín y preguntale a él si panquequeó”. En referencia a la alianza que hizo el “colorado” para las nacionales de 2011 con el radical, donde fue como candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires.
El candidato presidencial y mandatario porteño también arremetió contra el líder del Frente Renovador, quien dejó entreabierta un posible acuerdo con el macrismo, al asegurar que “las cuestiones electorales se discuten al momento de cerrar las listas”.
“El PJ tiene una forma particular de plantarse ante la sociedad y siempre se va renovando, se pelean y uno de ellos dice: ‘Yo soy el cambio’, como Massa. ¿Pero cómo, si vos estuviste avalando todas las cosas que se hicieron durante esta década”, afirmó.
Y continuó: “Lo más genial es que si volviesen a engañar a la sociedada argentina, debajo del que gane van a estar todos los mismos que estuvieron durante estos 25 años, porque se vuelven a reciclar”. Y puso como ejemplo al diputado Miguel Ángel Pichetto por haber sido “jefe de bloque de Menem, de Duhalde, de Néstor y de Cristina, y si gana Scioli, Randazzo o Massa, ¿quién va a ser jefe de bloque? Pichetto, porque siempre ellos, eso es lo que hay cambiar”.
Finalmente, el líder del PRO evito definir donde jugará electoralmente Gabriela Michetti: “Crecimos tanto que tenemos cinco o seis dirigentes con condiciones de dirigir la Ciudad de Buenos Aires y ganar la elección”.