El dato impacta. Buena parte de los argentinos, sobre todo los casi 14 millones de habitantes de la Ciudad y el Conurbano –el apuntado AMBA–, hemos pasado más días del 2020 en cuarentena rígida que sin ella. Poco menos de 80 jornadas en situación normal, cerca de 90 restringidos. Este escenario social inédito, que conlleva un impacto económico sólo comparable en nuestro país con la crisis de principio de siglo, va mutando el humor, los miedos y las necesidades de la opinión pública. También, su modo de evaluar el presente y de asomarse al futuro.
Estos son los principales datos de dos encuestas que se conocieron en la última semana y vienen siguiendo la evolución de distintas variables, desde que se anunció el aislamiento obligatorio en marzo.
Poliarquía. Midió 2.869 casos entre el 5 y el 11 de junio.
•Después de un pico a mediados de mayo, bajó un poco la preocupación por el avance del coronavirus en el país. Aunque sigue siendo un número alto: a un 44% lo preocupa “mucho” y a un 34% “bastante”.
•El principal sentimiento de la gente por el aislamiento obligatorio es el estrés (23%). Por primera vez superó a la preocupación (21%).
•Sigue siendo minoría la gente que cree que puede contraer el virus: un 8% ve muy alta probabilidad y un 21% alta.
•El cumplimiento del aislamiento sigue siendo alto: el 12% aseguro que no sale nunca de su casa y el 42%, entre 1 y 2 veces por semana.
•La aprobación sobre cómo Alberto Fernández maneja el combate al coronavirus cayó por cuarta vez consecutiva, aunque sigue alto: está en 63% (el pico fue a mediados de abril con 84%).
•Si bien la extensión de la cuarentena sigue teniendo alto aval, cae el apoyo más duro, los que dicen que están “muy de acuerdo”. Arrancaron en marzo en 60% y en el último estudio bajaron a 33%.
•En cuanto al equilibrio político, aumentó la gente que pide más participación del Congreso y la Justicia (pasó de 42% a 57%).
•La mayoría (53%) cree que el coronavirus seguirá avanzando en el país en las próximas semanas, aunque este grupo bajó 9 puntos en el último mes.
•Respecto a la demanda puntual de aperturas (se pregunta si es el momento adecuado), los encuestados priorizan a los gimnasios (24%), por sobre vuelos y micros (14%), fútbol (12%) y escuelas (12%).
•De a poco, pero constante, crece el número de personas que reclama una apertura de la economía, aunque esto implique una suba de contagios (era el 7% a fines de marzo y ya está en el 25%).
•Un 53% en total dicen que sus sueldos disminuyeron entre algo (26%) y bastante (27%). Un 14% asegura directamente que se quedó sin ingresos.
•Un 58% en total, dividido en partes iguales, está entre “muy preocupado” y “bastante preocupado” por perder su empleo o principal fuente de ingreso.
Este escenario social inédito, que conlleva un impacto económico sólo comparable en nuestro país con la crisis de principio de siglo, va mutando el humor, los miedos y las necesidades de la opinión pública. También, su modo de evaluar el presente y de asomarse al futuro.
Oh Panel. Es la otra consultora que hace un seguimiento semanal sobre la evaluación del Gobierno en distintos aspectos vinculados al coronavirus. El sondeo de la semana 12 (del 5 de mayo al 1 de junio) incluye un relevamiento de 1.000 casos.
•El 42% cree que el coronavirus seguirá siendo un problema importante después de octubre. Cuando arrancó la medición, a fines de marzo, la mayoría creía que lo peor de la pandemia se acabaría en mayo y julio.
•El 62% considera que lo peor no pasó y que la semana siguiente será más grave a la anterior.
•Están estabilizadas las preocupaciones por el parate económico y el desempleo, pero ambas siguen arriba del 50%.
•En el capítulo sobre la evaluación del Gobierno, la puntuación general continúa en su nivel más bajo (3 puntos sobre 5) desde que arrancó la medición, cuando tuvo su pico de 4,1 puntos.
•Los ítems más valorados: la información sobre las medidas de prevención (3,5), la información sobre la evolución del coronavirus en el país (3,3), la detección y difusión de los nuevos casos (3,3) y las medidas para reforzar el sistema de salud (3,2).
•Las mayores demandas y puntos peor evaluados: medidas para postergar el pago de impuestos y servicios (2,6), para proteger la actividad económica (2,7) y para proteger el trabajo (2,7).