Se sabe que en la política nada es estático, que el factor “sorpresa” siempre trae un as bajo la manga para modificar cualquier tendencia o escenario posible y que –sobre todo– en la Argentina no hay certezas en momentos tan turbulentos como los que se están viviendo.
El resultado de las elecciones generales del 22 de octubre demostró la ausencia de previsibilidad que existe a la hora de analizar el panorama político y adelantar con seguridad un ganador.
Y aunque eso ya forma parte de la idiosincrasia del país, nadie se termina de acostumbrar por completo, menos aún la dirigencia política, que intenta avizorar qué sucederá en el balotaje del próximo 19 de noviembre, en el cual competirán -camino a la Presidencia de la Nación- el ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa y el libertario Javier Milei.
Si bien las especulaciones llevaban a adelantar un posible escenario de segunda vuelta, pocos imaginaban que el tigrense llegaría, no solo a torcer el resultado de las PASO, sino además a estar cerca de transformarse en el nuevo Presidente en las generales del 19 de noviembre.
Pero, más allá de que la incertidumbre de no saber quién ocupará el sillón de Rivadavia a partir del 10 de diciembre continuará unas semanas más, lo cierto es que la conformación del nuevo Congreso de la Nación ya se definió este domingo.
Para el futuro jefe de Estado será todo un desafío lograr el apoyo del Poder Legislativo para avanzar en la batería de propuestas que propondrá apenas asuma el cargo, porque cuando un Gobierno llega al poder necesita que los legisladores nacionales lo acompañen, al menos en los dos primeros años de su mandato.
Es necesario destacar que el sistema presidencialista en la Argentina da cuenta de que el poder real no sólo pasa por el Poder Ejecutivo, sino que se necesita mucho más para asegurar la gobernabilidad e inclusive, mantener la cohesión entre los propios.
La necesidad de construir puentes en el Senado
Actualmente, el oficialismo se encuentra en una situación compleja para poder sesionar, ya que cuenta solo con 31 bancas, desde que cuatro senadores de su propio espacio (Guillermo Snopek, Eduardo Kueider, Carlos “Camau” Espínola, María Eugenia Catalfamo), más una de sus aliadas (Alejandra Vigo), decidieron separarse del bloque del Frente de Todos y armar el bloque Unidad Federal, a principios de este año.
A partir de ese momento, UxP pasó de tener 35 legisladores nacionales en el Senado a 31 y, más allá de que hoy cuenta con tres aliados -Alberto Weretilneck, Clara Vega y Magdalena Solari Quintana-, se le ha dificultado avanzar con su propia agenda.
La baja actividad en la Cámara alta y las pocas sesiones durante el año han puesto sobre la mesa la grieta que sigue existiendo entre UxP y JxC y la falta de acuerdos políticos para llevar adelante la aprobación de los proyectos que esperan ser tratados por los senadores.
La reconfiguración de las fuerzas en el Senado tras el triunfo de Massa
La gran performance que logró en las urnas Sergio Massa le posibilitó al oficialismo quedarse con la primera minoría en el Senado de la Nación. Con el 36,68% que alcanzó UxP dejó reconfigurado el nuevo poder en la Cámara alta y le posibilitó tener una banca más, llegando a las 32, muy cerca del quórum (37). Inclusive, resta esperar el escrutinio definitivo para saber si podrá sumar otro escaño.
Cabe destacar que en esta elección, el Senado renovó un tercio de las bancas (24 de 72). Las provincias que eligieron a sus representantes en la Cámara alta fueron: Buenos Aires, Santa Cruz, San Juan, Formosa, La Rioja, San Luis, Jujuy y Misiones.
De esta manera, tras el triunfo de Massa en gran parte del país, el oficialismo se quedaría con dos bancas por la provincia de Buenos Aires (Eduardo ‘Wado’ De Pedro y Juliana Di Tullio), una por Santa Cruz (Alicia Kirchner), una por San Juan (Sergio Uñac) – aunque aquí se diputaría una más – dos por Formosa (José Mayans y María Teresa González), dos por La Rioja (María Florencia López y Jesús Rejal), una por San Luis (Fernando Salino) y una por Jujuy (María Carolina Moisés).
En tanto, el futuro para la oposición no será nada fácil, ya que la mala elección que realizó la candidata a presidenta de JxC, Patricia Bullrich, llevó a que su espacio perdiera 9 bancas en el Senado. De los 33 escaños con los que cuenta en este momento pasarían a 24, una pésima noticia, porque se mantendría más lejos de evitar el quórum.
Por otro lado, la realidad para La Libertad Avanza es otra, debido a que al quedar segundo en la elección, le brindó a su partido la posibilidad de ingresar – por primera vez – al Senado con un total de ocho bancas y así transformarse en la tercera fuerza, algo inédito hasta ahora.
El libertario consiguió una banca por la provincia de Formosa (Francisco Paoltroni), una por La Rioja (Juan Carlos Pagotto), dos por San Juan (Bruno Olivera Lucero y Mariana Coria), dos por San Luis (Bartolomé Abdala e Ivanna Arrascaeta) y dos por Jujuy (Ezequiel Atauche y Vilma Bedia).
¿Massa o Milei?: el quid de la cuestión
Si bien el camino a la Casa Rosada aún se encuentra en stand by y los interrogantes sobre quién ganará se acrecientan día a día, lo cierto es que el panorama no será el mismo para ambos candidatos que se disputan el poder.
Massa contará con mayores apoyos en el Congreso de la Nación y Milei deberá consensuar la tarea opositora con el resto del espectro político, porque estará lejos de conseguir o dificultar el quórum en ambas cámaras.
Por otra parte, el futuro de la unidad de JxC está en jaque y atado a quién se posicione en el balotaje, debido a que será cuestión de tiempo conocer si una parte de la coalición formará o no una nueva alianza con LLA en el Congreso de la Nación.
“Barajar y dar de nuevo”, como dijo el libertario, allí estará la llave para reconfigurar las fuerzas políticas dentro del Poder Legislativo, que será clave para la gobernabilidad en los próximos años.
