Si de algo no se puede acusar a Artemio López es de tener pelos en la lengua. Filoso como de costumbre, el presidente de Consultora Equis analiza los escenarios electorales en la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, que tienen a Carrió, Filmus y Lousteau, en el distrito porteño, como protagonistas principales, y el regreso de Cristina Kirchner a la arena política, en el segundo caso. Además, el sociólogo, que nunca ha ocultado sus simpatías ideológicas con el kirchnerismo, le responde duramente a su colega Jorge Daniel Giacobbe, quien, la semana pasada, afirmó a Noticias Urbanas que “Cristina no puede volver a ser presidenta nunca”.
–¿Qué evaluación hace del panorama electoral porteño, con las precandidaturas ya establecidas?
–El dominio de Cambiemos parece ser muy nítido, y la segunda minoría, aunque en discusión, ya no tiene en Lousteau una figura indiscutida y consistente, por lo que el escenario está abierto respecto a qué fuerza constituirá la principal oposición a Cambiemos en la CABA.
–El peronismo insistirá con Filmus como figura principal. ¿Cree que esta vez tendrá un escenario más favorable que en ocasiones anteriores o que, por el contrario, será aún más difícil?
–Filmus garantiza que Unidad Ciudadana galvanice su electorado y pueda acceder nuevamente a ser segunda minoría, lo que, dadas las circunstancias electorales del distrito, no es poco, aunque tampoco demasiado.
–¿La candidatura de Tombolini le puede restar puntos a Lousteau?
–Lousteau es víctima de la polarización y su trashumancia política potenció su insustancialidad. Electoralmente, el oportunismo, en el marco de la polarización, ya no es un atributo.
–Si Lilita le asegura un triunfo contundente a Cambiemos en la Ciudad, ¿su cuota de poder se puede volver un búmeran para el Pro?
–Lilita Carrió es un cuadro orgánico del ajuste conservador. Ocasionalmente, puede ser un elemento disruptivo para el Pro, pero nunca para los intereses que defiende el neoliberalismo autóctono y las corporaciones que lo encarnan, a las que representa cabalmente.
–¿Qué opinión le merece el retorno de Cristina Fernández de Kirchner a la pelea electoral?
–Resulta muy promisorio para ella y para la vida institucional del país. Para Cristina será una manera de reconfirmar su liderazgo político en el terreno electoral de manera concluyente, eludiendo las jugadas que, desde dentro y fuera del espacio de lo que fuera el FpV, intentaron presionar, sin éxito, para erosionar su figura y demeritarla, proponiéndole unas PASO que intentaban discutir ya no solo candidaturas, sino modelos de país divergentes. Una exigencia improcedente que no solo buscaba erosionar su liderazgo obligándola a competir con figuras muy menores donde cualquier resultado hubiera sido desfavorable para la expresidenta, sino que también se intentaba malversar las PASO, cuyo diseño supone elegir candidatos diversos al interior de un proyecto de país común, que no era el caso del espacio que se referencia en Randazzo, cuyos integrantes acompañaron desde el Congreso o los medios que muchos frecuentan buena parte del plexo legislativo que requirió Cambiemos para descargar el ajuste sobre las espaldas de los ciudadanos. Por otra parte, para el conjunto de la sociedad, piense como piense, es muy oportuna la participación en las elecciones bonaerenses de Cristina Kirchner, puesto que su figura afirmará una alternativa electoral con chances reales de superar electoralmente al oficialismo, alternativa que, de no existir y visto el acelerado empeoramiento de las condiciones de vida de la mayoría de la ciudadanía que lleva adelante el ajuste que impulsa Cambiemos, plantearía un cono de sombras sobre el futuro político e institucional del país con conflictividad social creciente y sin salida electoral.
–Con el peronismo dividido, ¿qué posibilidades tiene ella de ganar en octubre en la Provincia? Y por contraposición, ¿qué posibilidades tiene el macrismo?
–Nada electoralmente activo en el peronismo está por fuera del espacio que lidera Cristina. Se trata de retazos dirigenciales del viejo PJ, muchos formateados en los años 90 durante el menemismo. Figuras que no intervienen en el espacio electoral que lidera la expresidenta y, por el contrario, compiten con mayor o menor fortuna por el mismo electorado que acompañará a Macri en la segunda vuelta del balotaje de 2015 y que encuentra en los liderazgos de Massa y Randazzo dos canales que le permiten expresar su descontento con el Gobierno nacional y provincial manteniendo su rechazo a la experiencia kirchnerista. Lo que denominamos “panoficialismo”.
–¿Cómo lo ve a Massa? ¿Podrá romper con la polarización o está condenado a ser tercero?
–La polarización excede la voluntad política de cualquier dirigente y se constituye como efecto estructural en una sociedad atravesada por proyectos antagónicos, como lo son el neoliberalismo que expresa Cambiemos y el populismo expresado por Unidad Ciudadana. Es un escenario irreversible de antagonismo absoluto que surca no solo a la Argentina sino a casi todas las democracias occidentales en crisis. La polarización es el signo de estos tiempos de globalización poscrisis del Lehman Brothers y creciente voracidad del capital financiero que destruye empleo local, desmorona salarios y concentra el ingreso urbi et orbi, a punto tal que según informa la consultora británica Oxfam, solo ocho personas hoy concentran el ingreso equivalente al 50 por ciento más pobre de la población mundial.
–Y a Randazzo, ¿cree que le sirve presentarse para crecer o se equivocó al no acordar con Cristina?
–Randazzo equivocó su camino ya en 2015 al no aceptar las PASO que le ofreciera Cristina Kirchner con un compañero de fórmula con mucha potencia electoral como Kicillof. A partir de ese error original, persistió electoralmente por el camino equivocado.
–Días atrás, Jorge Daniel Giacobbe afirmó a este medio que Cristina no tiene ninguna chance de volver a ser presidenta jamás, porque el 70 por ciento nunca la votaría. ¿Usted cree que es viable el “vamos a volver” con CFK en 2019?
–Jorge Daniel Giacobbe es operador oficialista y, como tal, sus datos para mí no son referencia para ningún análisis. En este sentido le diremos al operador macrista Jorge Daniel Giacobbe que Cristina no va a volver, porque en el corazón y la conciencia de millones de ciudadanos nunca se fue.