En Lobos, el peronismo comenzó a cruzar el desierto

En Lobos, el peronismo comenzó a cruzar el desierto

Asistieron 51 de los 55 intendentes peronistas de la provincia. Discutirán el presupuesto 2017 con visión electoral. Formaron una Mesa Política y no hablaron de candidatos. Preservaron la unidad.


El peronismo preservó este martes su carácter movimientista, sentando ante una misma mesa a 51 de sus 55 intendentes bonaerenses, que representan una amplia gama de tendencias internas, algunas muy distantes entre sí.

Como resultado de la imprevista reunión -en la que el oficialismo bonaerense ansiaba, casi desesperadamente, que en el Club Independiente de Lobos sonaran los clarines de la guerra, antes que el humo blanco de la paz-, se conformó una Mesa Política integrada por varios de ellos mismos, que deberá sentarse a negociar con la gobernadora María Eugenia Vidal los términos en que se distribuirán los fondos del Presupuesto de 2017.

Los intendentes arribaron a Lobos representando a cuatro tendencias principales, que son el Grupo Esmeralda, uno de cuyos referentes es Martín Insaurralde, el Grupo Fénix, que lidera Verónica Magario, el Grupo Patria, uno de cuyos jefes es Jorge Ferraresi y El Establo, el único que no es liderado por un intendente, ya que responde mayoritariamente al expresidente de la cámara baja, Julián Domínguez.

Por esta razón, los organizadores del cónclave fueron los intendentes Verónica Magario (Fénix), Martín Insaurralde (Esmeralda) y Jorge Ferraresi (Patria), que fueron los encargados de asegurar la presencia de los intendentes de sus respectivas parroquias.

Los líderes del peronismo en la diáspora intentarán, de ahora en más, comenzar con la reorganización desde las células básicas que entrega la democracia, que son los propios municipios en los que desarrollan, no sólo la gestión sino también la política. De todos modos -lo primero es lo primero-, los jefes distritales diagnosticaron que el peronismo está acéfalo, que no hay conducción y, por lo tanto, hay desorganización. Frente a un Gobierno que tiene una estrategia, los jefes comunales se aseguraron de dejar en claro de que éste será el primer punto que atacarán.

En este punto se abrió la puerta a la autocrítica. “Llegamos a este punto, en el que nos dividimos en varios grupos, porque no hay conducción”, disparó un jefe comunal, dispuesto a llegar hasta el hueso. El presidente del PJ provincial y exintendente de La Matanza, Fernando Espinoza, presente en el recinto del club Independiente, acusó recibo pero eligió el silencio. No era el momento ni el lugar para discutir temas laterales.

En este terreno, que es bastante resbaladizo y significa una fuente de contradicciones, el planteo es que las diferencias deben discutirse dentro de las instancias partidarias y que las candidaturas, si no hay un consenso absoluto, se definirán en las elecciones primaras.

Está claro -y se lanzó sobre la mesa- que el Gobierno provincial solamente tiene posibilidades de obtener una victoria segura si enfrenta a un peronismo dividido. En ese punto, el paraíso electoral de Cambiemos sería que existieran cuatro listas: una, la de ellos mismos; una segunda, encabezada por Cristina Fernández de Kirchner; la tercera, liderada por Sergio Massa y una última, con Florencio Randazzo o Julián Domínguez al frente. Inclusive, los operadores -léase Francisco Salvai- de Vidal sondearon en un par de ocasiones a Domínguez -no se descarta que también lo hizo con Randazzo- para intentar una “bifurcada” peronista, como diría Adrián Otero.

Uno de los intendentes graficó la situación: “no le hagamos el juego a Cambiemos”, disparó.

Los números de las encuestas, aunque sean poco realistas cuando falta un año para la elección, son atemorizadores para el oficialismo, a pesar de que Vidal conserva una buena imagen en la Provincia. Si la fórmula de Cambiemos incluyera a Elisa Carrió y a Esteban Bullrich, estaría en el tercer puesto del ranking, sumando apenas el 24,7 por ciento, por detrás de Massa-Stolbizer y de Cristina-Scioli.

De todos modos, todo esto es sólo especulación política para los intendentes peronistas bonaerenses. En la reunión, que duró cinco horas y fue matizada por un argentinísimo asado criollo, no se nombró a Randazzo, ni a Domínguez, ni a Massa. La única encuestada que apareció en la boca de algunos alcaldes fue Cristina, que fue elogiada por Mario Secco y por Martín Insaurralde. De todos modos, nadie la nominó a ninguna candidatura, aunque se le reconoció su “voluntad de liderazgo” y su inserción en los sectores más humildes, que son mayoría en sus respectivos territorios. De todos modos, todos coincidieron en que se debe “tener al PJ bien armado” y en que este armado debe construirse más allá de cualquier líder nacional, incluida ella.

En cuanto a la constitución de las listas, los jefes territoriales se van a asegurar esta vez de ejercer la potestad del “derecho de lapicera” que les corresponde. No volverán a permitir que desde la Casa Rosada o desde La Plata se digiten los nombres de los diputados y senadores provinciales y que luego lleguen a la Legislatura representantes partidarios que no responden al territorio y que, a la hora de negociar el presupuesto provincial, voten por fuera de las necesidades de los distritos.

La evaluación del encuentro fue, en general, satisfactoria. “La idea es conformar un grupo unido, que represente a todos los sectores del justicialismo de la provincia, más allá de las diferencias que tengamos. Queremos defender los intereses de nuestros municipios y sus vecinos”, sostuvo el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi.

Por su parte la presidenta de la Federación Argentina de Municipios, Verónica Magario, mostró la necesidad de “que quede muy claro que no nos interesa tener un candidato ahora. Nos preocupa la gente y en eso estamos todos unidos”.

Finalmente, la Mesa Política que quedó facultada para ejercer la representación de sus pares, que conformada en la Primera Sección Electoral por Gabriel Katopodis (San Martín-Esmeralda); Gustavo Menéndez (Merlo-Fénix), Alberto Descalzo (Ituzaingó- cercano a Fénix) y Ariel Sujarchuk (Escobar- Fénix).

En la Tercera Sección Electoral, los integrantes de la Mesa serán Jorge Ferraresi (Avellaneda- Patria); Verónica Magario (La Matanza-Fénix) y Julio Pereyra (Florencio Varela- librepensador).

En cada una de las restantes seis secciones electorales habrá dos intendentes que serán los encargados de encarnar la voz de sus colegas.

Dentro de 20 días, en un lugar a designar, los intendentes citarán a los concejales y a los referentes políticos distritales para diseñar las líneas finas de las cuestiones presupuestarias que se van a discutir con el Ejecutivo bonaerense.

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