La exdiputada y líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, criticó duramente al presidente Alberto Fernández, acusándolo de mentiroso, y contra su vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, respecto de la que ratificó su intención de impulsar un pedido de juicio político. Además, a pesar de que el año pasado había anunciado su retiro definitivo de la política, reconoció que podría volver a ser candidata, pero “sólo si es indispensable para la República”.
Durante una entrevista con el canal LN+, la ex legisladora analizó críticamente la dinámica del Gobierno del Frente de Todos a un año de su asunción: “Acá tenemos un Gobierno sin autoridad y un ministro de economía que está negociando con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que, como condición, porque esta es ya una jurisprudencia actual del Fondo, solicita la estabilidad institucional y la lucha contra la corrupción. Por eso Guzmán pide que la oposición acompañe un plan plurianual. Pero ellos no están asegurando ni las instituciones ni la lucha contra la corrupción”.
Luego sostuvo que es la propia vicepresidenta la que “rompe” las condiciones para que la oposición acompañe un plan plurianual con sus ataques a las instituciones republicanas. Luego destacó que el poder de Cristina reside en el “miedo”: “Ella generó siempre miedo. Nadie tiene capacidad de respuesta frente a la violencia de Cristina. Muchos hombres del peronismo le tienen miedo a su locura, a esa agresión que no tiene respuesta desde una visión educada”. Y añadió:
“El peronismo teme la venganza de la vicepresidente. Con Axel Kicillof pasa igual y también con los gobernadores de las provincias que dependen de los recursos. Es una pena, pero es una mujer fuera de cualquier sentido común o sensatez”.
En cuanto al pedido de juicio político contra la ex presidenta que su fuerza presentará en Diputados, justificó: “Es una gobernante de hecho y una golpista. Corresponde el juicio político por alterar el orden democrático”. Al respecto, agregó: “El juicio político a Cristina no tiene los dos tercios, pero el año que viene los tendrá. Siempre hay que anticipar una medida política. Ella vino para garantizarse impunidad, pero no lo va a lograr porque no se dan las condiciones. Si viniera un indulto del Presidente, se cae él mismo, y si ella llega a presidente y se autoindulta no puede. Los únicos funcionarios públicos que tienen inmunidad de arresto son los diputados y los senadores. Por lo tanto, si se confirmara una condena se podría detener a la vicepresidente”.
La ex diputada también cargó contra el ex ministro de Justicia del macrismo Germán Garavano, quien se había pronunciado en contra del pedido de juicio político: “Es un imbécil. Es una persona falta de inteligencia. Le pedí dos veces juicio político a Garavano”. Luego insistió: “No es un político. Fue un mandadero de Mauricio Macri y de los que operaban en la Justicia. Cuando estuve en Juntos por el Cambio le pedí dos veces el juicio político. Es el que evitó ordenando que no se requiera la acusación de dos fiscales de la AMIA. Yo le entregué mi jefa de gabinete para que solucione el juicio de la AMIA y ella se hizo cargo y después interfirió”. Y remató: “El grado de superficialidad, de ignorancia y de amigos que existe en la Argentina hace que uno tenga que dejar de hablar. No sé si es malo, pero es imbécil. Macri debe responder por qué apoyaba a Garavano”, según publicó Informe Político.
Aún en contra de la más reciente información en el juicio de la causa conocida como Vialidad, en la que testigos clave descartaron sobreprecios o la existencia de obras pagadas y no realizadas por las empresas de Lázaro Báez, Carrió anticipó desenlaces judiciales negativos para la viepresidenta: “Yo también sé un poco de ajedrez y de derecho y esto va a terminar bien. No hay ninguna posibilidad en materia de corrupción que, con todas las pruebas que existen, no haya condena, sobre todo en los cordones viales, los beneficios otorgados a Báez con obras no terminadas y pagadas”.
“La presidenta de hecho del país, porque ha anulado totalmente el poder presidencial, está con una angustia enorme porque ella conoce el tema jurídico. En consecuencia, en la causa de vialidad ahí está el dictamen con los informes de los sobreprecios y ella no puede salir de allí”, insistió. Y añadió:
“Es imposible que no haya condena en una causa muy bien sustanciada por [Sebastián] Casanello y que también va a tribunal oral. Pero la falta más grave de la Argentina de la que nadie quiere hablar es la de Nisman. Hoy tendría que estar procesado Sergio Berni por ensuciar el crimen, y el exjefe de la Policía Federal Román Di Santo”.
Finalmente, Carrió dirigió sus críticas contra el presidente Alberto Fernández: “No tiene autoridad porque miente todos los días y tampoco muestra ninguna competencia ni para ser hombre ni para ser Presidente, pero hay que sostenerlo porque es el elegido para serlo. Siempre fue un lobista”. Luego agregó: “Fernández fue el que más me persiguió a mí con la operación de Enrique Olivera, que fue falsa. Un día, Rafael «Balito» Romá me dijo: ‘O accedés a ser ministra de Justicia o, en nombre de Alberto Fernández, me dijeron que te eliminan’. Yo le respondí que iba a ser linyera, pero nunca cooptada por un ordinario, con bigotes y además chanta. Lo retiro ahora porque es el Presidente de la República. Es lo único que tenemos. Yo no le tengo rencor. Me preocupa mucho su salud”.
La líder de la Coalición Cívica anticipó momentos de profunda crisis política para el país y aseguró que la oposición se encuentra unida: “Se vienen momentos más parecidos al Rodrigazo, con un Gobierno que no tiene autoridad y una vice que busca venganza. Cristina es más parecida a [José] López Rega que a Isabelita, es una mujer que puede ir presa, que va a ir detenida domiciliariamente porque cuando le llegue la condena será a los 70 años”. En relación con la alianza opositora, concluyó: “Quiero trasmitir serenidad, Juntos por el Cambio está totalmente unido, mucho más de lo que se cree. Los referentes de los tres partidos mantenemos una fluida comunicación”.
Por último, relativizó su retiro de la política:
“Yo no quiero cargos y menos ser legisladora, porque me ha costado la salud. Pero voy a hacer lo que tenga que hacer para que la República se estabilice y para que terminemos con la pobreza. Voy a ser candidata, solo si es indispensable para la República”.