El 16 de octubre último falleció Martín Torretta, hermano de Aníbal, secretario de Organización del Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires (SUTECBA). Nacido el 26 de julio de 1974, el joven tenía 39 años. Fue enterrado el 17 de octubre, casualmente -o quizás no- cuando que se conmemora el Día de la Lealtad Peronista.
El padre de los Torretta es El Mono, militante de toda la vida, hombre de la Resistencia Peronista. En la casa de la madrina del militante fallecido, su tía Elsa Torretta, se alojaron algunos de los acompañantes de María Estela Martínez de Perón cuando arribó al país en 1964 para cumplir una misión encomendada por su marido, el tres veces presidente argentino Juan Domingo Perón.
Desde pequeño, Torretta se crió asistiendo a la Unidad Básica “Jorge Di Pasquale”, bautizada así en honor al secretario general del Sindicato de Empleados de Farmacia, desaparecido en la noche de la dictadura, al igual que el padrino del joven fallecido, Luis Ananía.
El joven, que se casó en el Hospital Italiano con su compañera de toda la vida, Brenda, el día anterior a su fallecimiento, dejó dos hijos; Facundo Ignacio y Lucio Ramiro.
Fue un hombre sencillo y un comprometido militante peronista, que aseguraba jocosamente haber sido el “descubridor” de Néstor Kirchner, ya
que cuando éste era gobernador Torretta le envió una carta pidiéndole trabajo -su sueño era irse a vivir al sur- y lo mejor fue que el propio Kirchner le contestó.
Abatido por un cáncer, hasta el último día de su vida este hincha de San Lorenzo planificaba un asado en Lobos con los médicos que lo atendían. El 15 de octubre, cuando se casó con Brenda, una foto lo reordará para siempre, sonriente y haciendo la V de la Victoria, ese gesto que inventaron algunos rebeldes para representar a los que nunca se entregan.
