Es una problemática que revoluciona a la sociedad y se pone en cuestionamiento.
Primero fue el caso del cirujano de Loma Hermosa y ahora casi en paralelo, y un mes después del asesinato en ese intento de robo, aparece otra situación que se asemeja, aún con sus diferencias: un carnicero que se defendió de un robo en Zárate. El debate sobre el acontecimiento de Daniel Oyarzún profundizó la polémica.
Según estadísticas oficiales de la Provincia de Buenos Aires, aseguran que durante 2015 hubo 32 homicidios en ocasión de “legítima defensa”. Otros 28 homicidios más se dieron bajo iguales circunstancias, pero en esos casos el que perdió la vida es el que intentó defenderse, de cualquier manera, al “repeler otro delito”.
Estos números surgen de datos del Ministerio Público Fiscal según la cantidad de homicidios consumados basados en el IPP “Investigación penal preparatoria” que son las investigaciones iniciadas por la Justicia y de las cuales se genera la base de datos. Si estos dos índices se comparan con el 2014, hay un descenso del 1 por ciento en “legítima defensa” y un 14 por ciento menos de los muertos en ocasión de “resistencia”. La cantidad total de homicidios consumados durante 2015 fue de 1247, porque los definidos como legítima defensa son el 3,2 por ciento de la Provincia.
Luego, están las cifras que refieren a “tentativa”, es decir homicidios que no llegaron a consumarse por “causas ajenas a su voluntad”. Seis casos en legítima defensa, un 0,6 por ciento de un total de 1268. Hubo 11 episodios por resistencia o por repeler otro delito.
