Según las estadísticas del Indec, en un año se destruyeron 500.000 puestos de trabajo, luego de que el desempleo subiera a 7,5 por ciento en el tercer trimestre de este año, un importante incremento con respecto al 6,8% medido en el mismo período de 2013. Sin embargo, el Gobierno le restó importancia y aclaró que se trata apenas de “altas y bajas de unas décimas”.
“No observamos la catástrofe que vaticinaban”, señaló esta mañana el ministro de Economía, Axel Kicillof, quien volvió a responsabilizar a medios y analistas de predecir una crisis que todavía no se materializó. Incluso, ironizó: “Si uno ve las catástrofes que pronostican, la verdad es que vivimos en un mundo de rosas”
De regreso de la cumbre del G-20 en Australia, el funcionario pidió analizar los números “en contexto”, ya que ese 7,5% relevado es “exactamente el mismo número que el trimestre pasado”. “Es efectivamente más que en 2013, pero si yo leo la serie desde 2012 veo que en el primer trimestre hubo 7,1 por ciento. En el segundo, 7,2 por ciento; 7,6 por ciento en el tercero y después viene 6,9 por ciento. En el primer trimestre de 2013 fue de 8 por ciento; 7,3% en el segundo y 6,9% en el tercero”, desarrolló.
Como suelen hacer todos los funcionarios del kirchnerismo, Kicillof trazó una comparación con la década gobernada por Carlos Menem: “Tengo 43 años. Viví los 90 con tasas de desempleo fuertes, jodidas. Siempre arriba de los dos dígitos”. En su entrevista con Gustavo Sylvestre en radio del Plata, incluso señaló que, “comparado con los 90, estamos tremendamente bien”.
El ministro de Economía incluso señaló que los pedidos por un bono de fin de año que realizan algunos sindicatos revelan que la economía nacional está sana. Aunque aclaró que “hay trabajadores que apuntan a obtener mejoras en sus ingresos y está bien que lo hagan”, advirtió que existe “cierto grado de tensión entre la idea que plantea el propio discurso opositor, rancio y reaccionario, de que a la economía le va pésimo, pero hay que dar un bono de fin de año”.
En otro tramo del reportaje, Kicillof celebró que el G-20 incluyera por primera vez en su documento final la cuestión de los holdouts y reveló que detalles de su conversación con el presidente norteamericano: “Obama se acercó para preguntarme el estado de salud de la Presidenta. Le dije lo de público conocimiento: que se encuentra perfectamente bien, como todo el mundo sabe”
Obama no fue el único. También le preguntaron por su salud la primer ministro alemana, Angela Merkel y los presidentes de Rusia, Vladimir Puttin; de Francia, François Hollande, y de España, Mariano Rajoy. “Hay un enorme afecto por la presidenta Fernández de Kirchner. Eso sentí yo y me trasmitieron saludos para ella y todo el pueblo argentino”, concluyó.